Fede Valverde y Mina Bonino han pasado momentos muy complicados después de que creyeron que el bebé no saldría adelante porque les habían dicho que "era incompatible con la vida". Sin embargo, para fortuna de todos, el diagnóstico cambió y todo pasó a estar bien y bastante tranquilo.
"Y después de haber llorado un mes entero, de haber hecho un duelo, mientras tenía en la panza a mi segundo hijo, ayer nos llegó la noticia menos pensada: el bebé está bien. Todo es normal. Todavía no lo procesamos. Fue un mes muy difícil y esto es empezar de nuevo. Gracias", publicó en Twitter la pareja de Fede Valverde.
Esta noticia ha causado una gran felicidad de la familia. De hecho, a pesar de que no sacasen a la luz lo que sucedía, el madridismo sabía que tenía que ser algo grave porque Fede Valverde está totalmente a otra cosa, como es lógico.
Mina Bonino explica lo que pasó
A través de una ronda de preguntas y respuestas con sus seguidores de Instagram, la argentina contó todo lo que había ocurrido. La pareja se llevó un gran susto cuando empezó la semana 13. En ese momento, Mina se hizo un test de ADN fetal para saber el sexo del bebé. Hasta entonces, las ecografías y el 'screening' habían salido bien.
Sin embargo, los resultados fueron inesperados y difíciles de explicar: "Para sorpresa mía y de todos los médicos, el ADN fetal arrojó una trisomía incompatible con la vida. Casi no hay casos clínicos de la trisomía 3, por eso pensaron que se trataba de un error, ya que al ser tan incompatible suelen abortarse espontáneamente antes de la octava semana. Volví a repetirlo y otra vez volvió a salir lo mismo. El ADN fetal tiene un 99% de eficacia. En casos muy puntuales suele haber un ‘falso positivo’ o un mínimo margen de error", asegura Mina.
Después de saber de primera mano los resultados de la prubea, tanto Mina como Fede Valverde atravesarón unos días francamente horiribles. "Me sacaron líquido amniótico y lo estudiaron. Los resultados tardaron tres semanas (si se detectase una de las tres trisomías más comunes puedes tener un resultado rápido en 48 horas, pero esto era muy atípico, había que estudiarlo bien). Me hicieron un cariotipo convencional y un array, donde te mide más profundidad cada cromosoma", explica la periodista.
Para finalizar, también ha tratado que fueron esas tres semanas de esperar y de las posibilidades que había con respecto a la prueba. "Había una posibilidad de un mosaicismo (que algunas células tuviesen tres cromosomas y no todas) pero aun así, el pronóstico era malo porque es un cromosoma que contiene mucha información. Y había otra posibilidad, que era lo que me mantenía con fuerza, que podía ser que la trisomía la tuviese la placenta y de esa única forma el feto podría ser cromosómicamente normal", revela.