Luka Modric nos cuenta en fotografía que a su madre nunca le apasionó el fútbol ya que para ella era simplemente un deporte que veía porque lo practicaba su hijo.
De hecho, los inicios del fútbol para Luka Modric no fueron aplaudidos por su madre.
Ella quería que estudiara que fuese a la universidad y que encontrase un buen trabajo, insistiendo en su educación, incluso cuando era evidente que iba a llegar a ser un buen futbolista.
Hay cosas que nunca cambiarán
Cuando se mudó a Zagreb, sus padres lo llamaban todos los días, incluso su hermana Jasmina intervenía diciéndole que ya no era un niño y que no hacía falta que estuviera tan pendiente de él, pero era algo que su madre no podía evitar.
Las preguntas que siempre le hacía su madre era si comía bien, si comía bastante por los entrenamientos o si estaba cansado.
También que lo tuviera en cuenta, que tenía que abrigarse para no resfriarse.
Todavía a día de hoy con su propia familia formada, su madre sigue preocupándose por él y preguntándole lo mismo que le preguntaba cuando se fue de casa.