Parece que la suerte de James Rodríguez no le acompaña desde hace mucho tiempo. Podemos decir que desde su primer año en el Bernabéu, del que se podría considerar como un oasis, el colombiano no ha sabido levantar cabeza desde asentarse en la primera plana del fútbol mundial.
La presión le pudo y lejos de reivindicarse se acogió a las malas costumbres y malos hábitos para dejarse llevar como un futbolista mediocre. Dos cesiones en el Bayern y en el Everton tampoco sirvieron para revitalizar el alma de un futbolista que solo hacía que arrastrar los pies sobre el verde.
Tras pasar sin pena ni gloria por el club que le dio la oportunidad de tocar el Olimpo del fútbol, se marchó a los Emiratos Árabes para vivir una aventura exótica que jamás se hubiera imaginado a su edad. Posiblemente una decisión precipitada y poco meditada, de haber sido un futbolista en sus cabales.
La perdición de James Rodríguez
Pero como suele pasar en estos casos, esta clase de futbolistas se deja llevar y se pierden en la cuneta del camino hacia el éxito. James también perdió a su familia, a su mujer, Daniela Ospina de la que se divorció y la que ahora le ha dado la última lección.
Su exmujer le ha dado el ultimo merecido
Daniela, hermana del guardameta Ospina, trató de rehacer su vida y vaya si lo hizo. Por este motivo, ahora ella la vemos de nuevo con una sonrisa entre sus labios enamorada del que es su nuevo marido, mientras James se lo puede mirar desde la distancia.
Olvidado en tierras dónde ya nadie recuerda su buen fútbol, el jugador pretende levantar cabeza. Ha probado suerte como empresario abriendo su línea de NFT’s, pero parece que tampoco ha tenido éxito.
Una verdadera lástima, ver como la carrera de un madridista se tuerce de esta forma. Si el cafetero hubiera sabido aprovechar sus oportunidades, todo sería diferente.