Ser deportista profesional te exige una serie de criterios que debes cumplir a rajatabla. Más si juegas en el Real Madrid y lo haces al máximo nivel, cuando te conviertes en un jugador titular.
Fue una petición expresa de Capello, quién era el entrenador en aquella época y quien quería a un compatriota suyo en la punta de ataque. Pero su relación se torció rápidamente al verse afectada por sus comportamientos extradeportivos.
Cassano en el punto de mira de Capello
Los malos hábitos de un futbolista, pueden ser perjudiciales para él y para el vestuario, ya que él mismo puede contagiar el resto a una mala dinámica. Pero el experimentado técnico se dio cuenta rápido y decidió pararle los pies a tiempo.
Tan solo duró dos campañas como blanco: 29 partidos, 4 goles y 3 asistencias. Aun así, Capello le convirtió en Campeón de Liga. Uno de los pocos títulos que pudo ganar en su vida. Una trayectoria echada a perder debido a los malos vicios a los que se acostumbró.
En aquella los futbolistas vivían mucho más relajados y los controles que se les hacían eran mucho más ligeros. No primaba tanto el esfuerzo físico, sino mental. Tan solo hacía falta ver la fisonomía de cada futbolista. Lo que realmente destacaba era su técnica. Cassano podía tener mucha, pero muy poco aprovechable.
Cassano se dejó ir en el Real Madrid: irreconocible
Su mala conducta empezó a hacer mella en el club. Las continuas peleas con el entrenador eran constantes y él quería seguir disfrutando de una vida a todo tren. Se enganchó al sexo y a la comida y no dejó de hacerlo durante toda su estancia.
Combinaba estas dos cosas después de casi cada partido. La fama que se había ganado el jugador, provocó que su rendimiento disminuyera. Se le había relacionado con numerosas mujeres y nadie le podía parar los pies. Ni sus propios compañeros. Aquel descontrol se acrecentó con el capítulo con su vicio a la bollería.
Muchas veces, tras su retirada, lo había llegado hasta confesar. Uno de los patrocinadores del equipo era la Nutella, la famosa crema de chocolate que se convirtió en uno de sus vicios.
Este patrocinador, les podía proporcionar perfectamente, números kilos de ese chocolate. Lo que hacía Cassano normalmente, se lo solía comer después de tener relaciones. Era el premio que se daba por conseguir lo que estaba consiguiendo.
Una de las peores experiencias de su vida
Mientras el fútbol, lo había echado a perder. El delantero llegó a engordar hasta 12 kilos, Capello lo llegó a apartar de las convocatorias y no volvió a demostrar su nivel. Motivo que le hizo salir por patas del club.
Su excentricidad le llevaron por malos caminos y no supo reaccionar a tiempo. Podría haber triunfado como un gran futbolista, pero su cabeza no decía lo mismo. Con los años llegó a arrepentirse mucho, pero ya nada podía hacer.
Un capítulo oscuro de su vida, que logró resolver cuando se prometió en matrimonio. Los excesos le condenaron a episodios irremediables.
Años después en palabras de Capello, llegó a asegurar que su delantero fue uno de los peores arrepentimientos de su trayectoria. Le hubiera gustado contar con más oportunidades con él, para revertir aquella situación.