Vanja Bosnic se ha caracterizado por ser una mujer bastante discreta, casi desconocida para el foco público. Desde un primer momento y por decisión propia, decidió mantenerse alejada de los medios de comunicación, quitando todo tipo de presión mediática de su vida.
Por tanto, solamente la podemos ver en las escasas fotografías que se hace con su marido Luka Modric, en alguna gala a la que acude para acompañar a su marido. De hecho, cuida mucho su privacidad, tiene muy pocas publicaciones en Instagram el cual tiene abandonado desde el año 2017.
Nunca ha querido pertenecer al mundo de la prensa ni mostrar más de lo necesario de su vida privada. A pesar de la posición que ocupa su marido dentro del Real Madrid, ha preferido mantener una vida discreta haciéndose ver en contadas ocasiones acompañando a Luka Modric.
Vanja Bosnic lleva una vida muy discreta
La pareja se conoce en el año 2006 ella es tres años mayor que el croata y de profesión economista, que trabajaba en una agencia de representación vinculada al Dinamo de Zagreb, club donde jugaba el futbolista del Real Madrid. Desde entonces, la pareja no se ha separado ni siquiera cuando Modric se tuvo que mudar a Londres para jugar en el Tottenham y tras su posterior marcha a la capital española en el año 2012.
La pareja es familia numerosa tienen tres hijos Ivano, Ema y Sofía con doce, nueve y cinco años de edad. Vanja siempre ha sido el mejor apoyo para Luka Modric desde que se conocieron no se han separado en ninguna ocasión, acompañando al jugador en su cambios de equipo y por tanto de país, como en los problemas que ha tenido con la justicia a lo largo de los años.
En Madrid, la familia ha decidido comprarse en 2016 un chalet en La Moraleja, valorado en 2'3 millones de euros, una casa de 700 metros cuadrados con una superficie de una parcela de casi 3000, uno de los pocos excesos que se ha dado el croata, que tiene fama de ser una persona muy sencilla.