Las modas son aquel fenómeno pasajero que viene y que va. El tabaco entraría dentro de esta clasificación, ya que, ¿Quién no ha empezado a fumar o lo ha dejado, como un recurso para seguir a la mayoría?
Por lo que hace a los futbolistas del Real Madrid, existen casos en los que hemos cazado a más de uno darle caladas a un par de cigarros. Pero las modas pasan y salvo sorpresa de última hora, podríamos confirmar que ningún jugador actual de la primera plantilla se le ha visto fumar alguna vez.
Su juventud e inocencia podría justificar dicho motivo, aunque en lo deportivo, es de las decisiones más inteligentes posibles. De esa forma contemplas a unos pulmones bien prodigiosos.
Los fumadores blancos
Aunque en la historia del fútbol no es la primera vez que veríamos a algún madridista fumar. En concreto, en Planeta Real Madrid, recordamos un total de hasta cuatro jugadores. Di Stéfano, Zidane, Özil o Coentrao,se dejaron ver en su día con un cigarro entre manos.
Estos futbolistas, primero trataron de evitarlo, algunos más que otros, pero siempre se llegó a filtrar alguna foto sobre ellos. El lateral portugués fue el último en ser visto ya que es el que abandonó el club más tarde.
El fumar o no hacerlo, tampoco influenciaba en las prestaciones o en la edad de uno mismo. Muchos madridistas a los que se les recuerda, tenían una gran capacidad futbolística. A excepción del lateral, el resto que fueron cazados, no debieron de justificar nada en absoluto.
La mala costumbre de fumar
Aunque de hacerlo ahora, sería un poco conflictivo. Los controles son mucho más exhaustivos y al estar tan expuestos los mismos protagonistas, es difícil pensar que algo tan cotidiano esté tan mal visto en los deportistas de élite.
Veremos quién es al siguiente que cazamos. No es costumbre ver a estos perfiles enganchados en un mono persecutorio. Siempre que lo han hecho ha sido en algún momento peculiar como en alguna celebración o éxito que hubieran conseguido.
Está casi mal visto que estos lo hagan, cuando saben que su salud debe ser la óptima para encarar cualquier tipo de circunstancia. Así acabó Coentrao castigado en el banquillo por esa falta de indisciplina constante.