Hace cosa de un mes sacaba la segunda parte de su documental y esta parecía que todo le iba bien pese a las críticas recibidas por su contenido. Así es Georgina Rodríguez, una mujer que ha tenido que convivir con la presión de los medios, las redes y sus fans desde que empezó su relación con Cristiano Ronaldo.
Al portugués lo ha a acompañado a todos lados y ya es tiempo el que llevan juntos que hasta algunos ya presagiaban las campanas de boda. Pero parece que en estas últimas semanas se le ha girado el viento en su contra y desde hace escasos días surgía un fuerte rumor sobre una posible crisis o bache con el futbolista.
La novia de Cristiano zanja la polémica
No sería la primera pareja mediática que lo acabaría dejando y es que en los últimos tiempos, el amor es de aquello que se dice inestable y solo apto para valientes.
Después de lo Shakira y Piqué, Tamara Falco e Iñigo Onieva, Risto o Laura Escanes, las quinielas apuntaban a la pareja que ahora vive alejada precisamente de todos esos focos, en Arabia Saudí.
La experiencia de Cristiano en ese país está siendo arriesgada pero exitosa y de ahí que su familia también esté feliz y acomodada en su nueva vida. Por ello, era la propia Georgina la que se encargaba de zanjar todo tipo de rumor respecto a el gran bulo que se había generado.
La aparición estelar de Georgina
La modelo e influencer ha utilizado sus redes sociales, el canal más potente que maneja hoy en día con millones de seguidores a sus espaldas. Es decir, probablemente ya se haya enterado todo el mundo.
Esta, por si fuera poco, lo hacía con mucho ingenio y utilizaba un fragmento de la canción de su amigo Romeo Santos, “Si yo muero”. En concreto, se podía escuchar el trozo en el que dice: “El envidioso inventa el rumor, el chismoso lo difunde y el idiota se lo cree”.
Por si a alguien le habían quedado dudas, la sentencia parece más que evidente.
El orígen de los rumores
Parece que todo venía provocado por una historia que llevaba sonando por redes a raíz de una posible discusión que habría tenido la pareja poco antes de subirse a un avión durante el día de ayer. Esto habría suficiente como para correr la pólvora y armar un jaleo desproporcionado.