El protocolo son unas reglas que deben ser cumplidas por cortesía. En el Real Madrid una institución de tal importancia, también se debe cumplir a rajatabla. Esto ocurre en situaciones de partido, cuando el Bernabéu se viste de gala en cada noche estelar que sus jugadores brillan sobre el verde.
Si en el club manda el presidente, en el palco se seguirá lo que diga o haga Florentino Pérez. En concreto es más bien lo que haga, en este caso. Estamos hablando cuando termina un encuentro y el árbitro a pitado los noventa minutos de juego. Será el máximo mandatario blanco, el primero que se levante y luego lo podrán hacer todos los demás.
La señal se da cuando Florentino ha saludado a los directivos del equipo rival. En ese momento, todas las personas que hayan asistido al encuentro, podrán empezar a moverse. Vivir un partido en el palco del Bernabéu es una experiencia auténtica.
Ver como aprieta el estadio en cada minuto para animar a su equipo es una auténtica barbaridad. Además, desde esa posición lo puedes ver de una forma privilegiada: bajo cubierto, con calefacción o climatización de la sala y en asientos de primer nivel, más cómodos que cualquier otra butaca.
Una experiencia inolvidable
Además, el aficionado que asista al palco, podrá disfrutar del espectáculo con numerosa expectación. Es una zona habilitada para gente con cierto caché. Al igual que está viendo el partido con un aficionado cualquiera parte del estadio, en el palco tienes la oportunidad de sentarte cerca de alguna personalidad importante.
La experiencia, dice que son muchas las caras conocidas que pasean y se dejan ver por allí. Un recuerdo bonito que hace el espectáculo más emocionante.
Al equipo de Concha Espina, lo quiere ver todo el mundo. Es uno de los equipos más laureados de toda la historia y poder asistir a algún partido en el Bernabéu es tarea pendiente para cualquier seguidor de fútbol. Vivir un partido en el palco, te da la opción de cenar o picar algo, rodeado de un ambiente de fútbol total.
Pero uno no puede asistir de cualquier forma. En cuanto a la vestimenta también hay un código esencial para seguir y poder acceder a uno de los accesos más privilegiados del fútbol moderno.
Si lo jugadores visten de gala con todas las equipaciones impolutas, quién desee verlos, también deberá mostrar ese señal de gratitud. Haber asistido de público al feudo merengue, no lo puede hacer cualquiera.