La temporada pasada el Real Madrid fue el gran dominador a nivel de clubes. Vinicius fue el mejor jugador, siendo clave en todos los títulos que se lograron y consiguiendo marcar en finales como la de la Supercopa de España y la Champions, mientras que Ancelotti demostró una gran capacidad para dirigir al equipo y para solucionar los problemas.
Ante las lesiones de jugadores importantes como Courtois, Militao o Alaba no dudó en reconvertir a Tchouaméni, llegando a jugar con él y Carvajal ante el Girona en un partidazo de los blancos que prácticamente sentenciaban la Liga jugando sin ningún defensa central. Otros futbolistas como Vinicius o Camavinga también se perdieron bastantes partidos.
Por si fuera poco, se inventó una posición para Bellingham en la que supo sacar su mejor versión, en la campaña más goleadora del inglés que fue clave en el espectacular arranque que tuvo el equipo, cimentando su éxito en una racha ganadora que le tuvo a él como máximo artillero, demostrando también que tenía mucho fútbol por aportar.
Casi pierde el Balón de Oro
A pesar de los logros, hubo un entrenador que estuvo a punto de quitarle el Balón de Oro a Ancelotti. Si el italiano consiguió 118 puntos, no muy lejos de él quedó Xabi Alonso con 89. El tolosarra pudo dar la gran sorpresa también gracias a una temporada sensacional, donde su equipo fue la gran revelación y a punto estuvo de hacer historia.
Los germanos no perdieron ningún partido, hasta que llegaron a la final de la Europa League, donde el Atalanta les sorprendió. A pesar de ello dominaron la Bundesliga y se reafirmaron como uno de los mejores clubes del curso. Algo que fue gracias a Xabi, que unos meses antes cogió al equipo en puestos de descenso y con una profunda crisis.