Eden Hazard vive su cuarta temporada como jugador del Real Madrid. El curso anterior no fue muy diferente para él con respecto a los dos primeros.
Siguió arrastrando lesiones y problemas musculares que le impidieron tener continuidad en el equipo. Y cuando estuvo disponible, Ancelotti apostó por otros futbolistas como Rodrygo y Valverde.
Además, la explosión de Vinicius la pasada campaña, le cierra las puertas a poder jugar en su posición natural, que es la de extremo izquierdo.
Ha hecho un Campeonato del Mundo totalmente irrelevante, donde no pudo ser de ayuda para que Bélgica pudiera superar, ni tan siquiera, la fase de grupos.
Se antoja muy complicado que el Hazard del Chelsea pueda regresar algún día. No hay que descartar que pueda ser aún un futbolista útil para el Real Madrid, pero que rinda al nivel de su etapa en el Chelsea es prácticamente imposible.
El delantero belga lleva un apellido que se pronuncia en francés (su lengua) como "Aság": con la hache muda, con una ese muy tenue y con la erre final gutural (parecida a una ge suave).
La errónea hache aspirada (una especie de jota ligera) puede tener sin embargo cierta lógica, porque en inglés correspondería articular de ese modo tanto la palabra "hazard" (que en aquel idioma significa "peligro", "riesgo") como el apellido "Hazard".
Pero entonces no encajaría el resto de la pedestre pronunciación que por aquí se estila. Lo adecuado en inglés para "hazard" sería algo parecido a "Jásed", siempre teniendo en cuenta que la transcripción de nuestras vocales y consonantes no se corresponde con la pronunciación exacta en inglés.
Obviamente, los términos inglés y francés "Hazard" (nombre propio) y "hazard" o "hasard" (nombre común) están emparentados con nuestro "azar" ("casualidad", "caso fortuito"), que procede del árabe "al zahr": "dado".