El centrocampista de la selección croata y del Real Madrid habló acerca del asesinato de su abuelo y del exilio y el miedo que sufrió cuando era niño.
Sometido a los fuertes bombardeos, recuerda el sonido de granadas y misiles y los muchos momentos que tuvieron que correr hacia un refugio, cuando todavía estaba jugando con un balón. Sin embargo, hay una parte en la que describe todo eso y más en concreto, el asesinato de su abuelo como parte de su vida.
Una parte muy dolorosa de su vida, de la cual ha evitado hablar públicamente todo el tiempo posible pero que, sin embargo, decidió escribir en su autobiografía es, como su corazón se rompe cada vez que piensa en cómo murió su abuelo literalmente en la puerta de su casa.
Escribió una carta sobre la muerte de su abuelo
También recordó como cuando tenía 10 años, su maestra pidió a los niños que escribieran una historia sobre algo que les hubiera marcado. La suya fue una historia de granadas que caían y la muerte de su abuelo.
“Aunque todavía soy pequeño, he experimentado mucho miedo en mi vida”, escribió entonces. “El miedo a los bombardeos es algo que poco a poco estoy dejando atrás. Los chetniks mataron a mi abuelo. Lo amaba tanto. Todos lloraban… Solía preguntar si esas personas que hicieron esto y que nos hicieron huir de nuestra casa se pueden llamar personas”.
“Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando recordé esta [historia]”, dice ahora. “Fue hace mucho tiempo, y salió después del Mundial, cuando se contaban muchas historias. Casi lo olvido. No podía creer que saliera esa historia. El maestro lo había guardado; si no lo hubiera hecho, nadie lo habría escuchado, así que le estoy agradecido: fue agradable recordarlo y describió mis sentimientos en ese momento”.
¿Y ahora? “La guerra nunca trae nada bueno a nadie. Escribí eso en ese momento. Después de eso, no tengo ningún odio hacia nadie. Y eso es. Lo que pasó, pasó. Es lo que es; es una pena que no esté con nosotros".