La afición al fútbol es algo que engancha y a la vez se lleva por dentro. El oficio del futbolista es muy sacrificado y a veces no somos conscientes de lo que supone. Aunque si hay alguien que quizá también lo pase francamente mal, son las parejas de los jugadores.
Ellas son las que sufren con cada balón, cada gol en contra, una suplencia o cualquier lesión que pueda tener. Al ser profesionales suelen estar expuestos a este tipo de cosas, aunque nunca es fácil saber gestionarlo bien.
En el Real Madrid, son muchas las WAG’s que han de convivir sus vidas con estas estrellas. Una que parece no tener problema por compartir su vida de esta forma es la prometida de Thibaut Courtois, Mishel Gerzig.
Posiblemente ni cuando se conocieron, una de las cosas que no hablaron fue del fútbol. Con prioridades más importantes que acordar, resulta curioso conocer que la pasión por este deporte, sí que era algo recurrente en la chica.
La tradición de Mishel Gerzig
Con su familia, solían ver muchos partidos, aunque no todo podía ser tan bonito. Una de las confesiones más dolorosas que supuso desvelar sus colores a Mishel, fue reconocer que ella era de otro equipo antes que del Real Madrid. El equipo al que siempre había animado era el Maccabi Haifa.
Un conjunto israelí con numerosa tradición en su tierra. Ella nativa del mismo país, consumía todo el fútbol que le podía ofrecer este equipo. Da la casualidad que en esta misma temporada ha conseguido entrar en puestos Champions.
Está jugando la máxima competición europea emparejado con el que se pondría considerar el otro gran grupo de la muerte. PSG, Juventus y Benfica, son el resto de los acompañantes en su aventura. Es uno de los escenarios más difíciles que había en esta edición.
Aun así, este conjunto tiene mucha historia. Ganadores de la Liga y la Copa la temporada pasada, no es la primera vez que logran clasificarse para esta gran competición. De hecho, tienen el récord de convertirse en el primer equipo de su país en hacerlo. Ocurrió en la 2002/03, hace ahora veinte años.
Su trayectoria es de película y también han pasado a la historia por ser el único equipo hebreo en pasar de fase grupos de la antigua Copa de la UEFA, actual Europa League. Llegaron hasta los octavos de final en una edición que se midieron al Espanyol, finalista de aquella edición.
El Maccabi Haifa es un equipo Champions
En la actual temporada el equipo parece que lo tendrá difícil para seguir vivos o con opciones de clasificarse. En el Grupo H andan últimos con cero puntos y tres derrotas en su casillero. La amenaza de los equipos grandes con los que están emparejados, ha conseguido endosarles hasta ocho goles en contra entre los tres. Aunque ellos también han anotado otros dos. El último ayer ante la Juventus, aunque fue insuficiente.
Su rival más próximo son los italianos, que tan solo suman tres puntos. De ganarlos en la próxima jornada, todavía tendrían alguna opción. Pero necesitan puntuar en lo que resta de jornadas. Un reto difícil, pero no imposible.
Que Real Madrid y Maccabi Haifa se midan, será complicado, al menos por ahora. Las plantillas de uno y otro club tienen grandes diferencias y sin duda hay un claro favorito. Pero el mérito de los israelíes es muy respetable.
Mishel no es la única en el vestuario
Mishel no es la única del vestuario que tiene simpatía por dos equipos. Otra que tampoco lo esconde es la pareja de Fede Valverde, Mina Bonino. La argentina, es una seguidora incondicional de RIver Plate. Sin ir más lejos, el otro día apoyaba a su entrenador con un mensaje en sus redes sociales.
Esta atractiva modelo israelí apenas lleva más de un año con el guardameta, pero parece que las cosas les han ido tan bien que el belga hincó rodilla el verano pasado para prometerle su amor eterno.
A pesar de la diferencia de edad, la joven tiene 24 años y el portero está en la treintena, no es un problema para ellos. Disfrutan cada uno de su profesión y ni los viajes de la modelo ni los compromisos de partidos han impedido que vivan una relación estupenda.