David Alaba y Eduardo Camavinga coincidieron de forma inesperada esta semana en Paris. Concretamente la moda es lo que les ha reunido en la capital francesa ya que allí se está celebrando la Paris Fashion Week, una cita muy especial en el calendario de las pasarelas.
Y hasta allí que se han ido el central austríaco y el mediocentro francés para no perder detalle de las tendencias de la próxima temporada. En el ámbito de la moda los dos futbolistas son los que más cuidan la estética en el vestuario blanco. De Alaba también se sabe que es un maniático de las cremas faciales y los cuidados de la piel. Se pone estos cosméticos tanto por la mañana como por la noche.
A Camavinga, por su parte, le pasa parecido pero con el pelo, su hermano es peluquero y siempre está cuidando su cabello. A él le gusta llevarlo largo y adornarlo con un toque de color a modo de mechas, tal y como lo ha mostrado esta temporada. Pero también siente una gran motivación por ir a la última, de ahí esta visita a la capital francesa en busca de un modelito que le haga brillar en las noches madrileñas.
Lo que está claro es que tanto Eduardo Camavinga como David Alaba comparten algo más que ser jugadores del Real Madrid. Al austriaco ya lo hemos visto posando para algunas marcas y seguramente el momento del francés este también muy cerca.
Lo más curioso de este momento es que ha sido totalmente fortuito y que ninguno de los dos se esperaba al otro de ahí la cara con la que posan en la foto. Dicho instante también refleja el buen ambiente que hay en la plantilla del equipo blanco. Pues a pesar de que se conocen desde hace muy poco han congeniado muy bien entre ellos. Y es que el Real Madrid más que un equipo de fútbol profesional parece una familia.
Esto explica que a principios de la temporada pasada nadie daba un duro por el equipo dirigido por el técnico italiano Carlo Ancelotti. Pero ya durante la campaña la plantilla se empezó a mostrar muy regular a pesar de las bajas o las reestructuraciones del entrenador en el once inicial. Eso hizo que todos desarrollaran un gran sentido de pertenencia, hasta que llegó la fase final de la Champions League.
Fue durante este periodo de la temporada en que tanto Camavinga como Alaba dieron un gran paso al frente y se convirtieron en piezas clave para la consecución del título en la final de la Copa de Europa en Paris. Y desde aquel 28 de mayo glorioso no pisaban la ciudad del Sena. Ahora ya lo hacen más relajados que la vez anterior, disfrutando de una de sus grandes pasiones. La moda de Paris ha llegado a la capital del reino de la mano de estos dos fenómenos.