Ha sido uno de los descartes de la lista de Luis Enrique para el Mundial de Qatar, pero parece que poco le ha importado a este madridista. Hablamos de Dani Ceballos un jugador que tampoco las tiene todas consigo para continuar en el Real Madrid.
El utrerano parece que no atraviesa sus mejoras horas y termina contrato el próximo verano. Su fútbol está en horas bajas y para ello necesita reconectar con aquel futbolista en el que se convirtió justo antes de fichar de blanco.
La desconexión del utrerano
Para ello, el jugador se ha ido hasta la mismisíma mansión de Pablo Escobar dónde pretende pasar unas vacaciones de escándalo y encontrar ahí la magia que ha ido perdiendo por el camino. El jugador tiene fecha de vuelta antes de fin de año y el Mundial termina el próximo 18 de diciembre, así que le restan días en esas playas paradisiacas.
Desconocemos si volverá con la misma sangre fría que actuaba un de los mayores mafiosos del mundo, pero esperemos que esto le sirva como motivación para luchar por un puesto en el once.
No lo ha tenido fácil estos últimos años con la consolidación de Casemiro, Kroos, Modric y ahora con la entrada en escena de Tchouameni. Parece complicada la misión de sentar alguno de estos jugadores y es que en la zona más poblada del Real Madrid, son siete centrocampistas para tres puestos, las cotas están altas.
La calidad del jugador, a examen
Ancelotti confía en él y paulatinamente le ha ido regalando minutos, pero no sabemos cuánto más aguantará su paciencia. El futbolista ya estuvo a punto de salir el verano pasado, pero decidió quedarse y aceptar el reto.
Después del Mundial, con la mayoría de jugadores exhaustos por la competición, puede llegar su momento. Ese sería un punto de inflexión a tener en cuenta. Si el técnico le concede minutos, puede ser la herramienta necesaria para desbloquear su calidad y que esta siga río abajo. Unas vacaciones le sientan bien a cualquiera, esperemos que la resaca de después no sea muy larga.