Todos los entrenadores tienen sus manías a la hora de estar en los banquillos. Algunos se lo toman con tranquilidad, otros no paran de moverse, otros dan instrucciones y la mayoría calman sus nervios de la forma que pueden.
Cuando se podía fumar, había algunos que no dejaban de hacerlo durante casi todo el partido. Aunque posteriormente la costumbre tuvo que ser relegada por caramelos, chupa chups o en el caso de Carlos Ancelotti, por chicles.
La gran cantidad de chicles que puede llegar a mascar Ancelotti durante un partido
El entrenador del Real Madrid suele llevar un paquete de chicles o de caramelos en el bolsillo que va tomando a medida que avanza el partido o cuando necesita tranquilizarse, en momentos de máxima tensión y expectación. En alguna que otra rueda de prensa le han preguntado qué cuántos chicles es capaz de comer en un partido y cuál es el motivo por el que lo hace.
Carlo Ancelotti, al cual se le ha podido ver masticar entre 10 y 12 chicles por partido ya que no puede fumar en el banquillo, contesta a la pregunta de la siguiente manera: "No lo sé porque no lo cuento. El único momento de mi vida en el que como chicle, habitualmente no lo hago. No sé cuántos. Mis sensaciones son las mismas en este tipo de partidos. La preocupación es normal, a veces el miedo es claro. El miedo es una sensación positiva: si no tienes miedo te enfrentas a un león pensando que es un gato".
No es la primera vez que los chicles de Ancelotti son motivo de pregunta. En un partido contra el Shakhtar, una reportera a pie de campo destacó que el entrenador llevaba 8 chicles masticados desde que había empezado la conexión.