Ayer se celebró en Sevilla la boda entre Ana Galocha y Davide Ancelotti. Una pareja a la que vimos muy emocionada tras la consecución de la Copa de Europa. En aquel entonces tanto Davide como Ana no pudieron contener las lágrimas de la emoción que suponía ese logro. Pero ayer era un día diferente, un día para celebrar el amor, algo que echó en falta el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti.
Al míster se le vió muy nostálgico, hasta el punto que el recuerdo de su mujer, madre de Davide, y que ya falleció hace años le vino a visitar en la noche más mágica en el ámbito personal, apuntan fuentes cercanas al técnico. En este ambiente y con esas sensaciones, el técnico italiano no pudo contener las lágrimas. Sabemos que es una persona que, al menos en esta segunda etapa, se muestra muy cariñosa con los demás. Tanto en sala de prensa con los periodistas, como en los entrenamientos con sus jugadores.
La pérdida tan importante para él de la que fue su esposa supuso un impacto muy fuerte del que Carlo ha logrado salir, pero la nostalgia es algo imposible de dejar atrás. Y este contexto, ante el día más importante en la vida de su hijo Davide no pudo dejar de acordarse de la que fue su esposa y madre de Davide. Y es que este año ha venido muy cargado de emociones para Carlo Ancelotti. En el plano deportivo ha logrado un doblete que tiene un sabor especial y en su vida privada, la boda de Davide le ha llenado de alegría.
La verdad es que es difícil manejar este tipo de situaciones cuando eres Carlo Ancelotti, aunque el italiano lo hace con un confianza y elegancia a la altura de pocas personas. Davide, por su parte, comienza una de las etapas más emocionantes de su vida. La madurez le ha llegado este año de lleno. Lo hemos visto hacerse cargo del banquillo del Real Madrid en algunos encuentros donde no pudo estar Carletto. Ahora ya es marido y continuará a las órdenes de su padre la temporada que viene. Que se vaya secando las lágrimas Carletto que ya mismo igual lo vemos recibiendo a otro nieto, pero para esas lágrimas aún queda.