Si hay un padre en el madridismo ese es Luka Modric. Hace la función de padre para todos: los cuida, los protege, les enseña y les aconseja. Nunca les dejará solos. Él siempre será el escudero más fiel, con el que jamás un compañero de equipo había podido generar tanta expectación.
Su compromiso con el escudo es máximo. A sus 36 años más uno seguro que le queda, hasta 2023, con el último contrato que ha firmado, está disfrutando de su mejor versión. Una segunda juventud. Su fútbol parece que juegue al ritmo de un chaval que acaba de iniciar en esto del deporte.
Modric es un padre para todos
Pero si miramos a su alrededor en el vestuario, descubriremos que esa sensación es la que tienen, posiblemente, muchos de sus compañeros. La política de fichajes del club, cambió hace unos cuántos años y ahora, la mayoría de los componentes que conforman la plantilla, no superan los 25 años. Una media increíble para un equipo ganador de primer nivel.
Ante cualquier balón comprometido, Modric está ahí para resolverlo. Capacidad para dar salida, un respiro en el juego, un centro al área o un pase de gol. Prestaciones para lo que hagan falta: no escasea. Si alguien que lo tiene muy aprendido, además de sus compañeros en la medular como Kroos o Casemiro, ese es Rodrygo.
Rodrygo un jugador necesario en el vestuario
El extremo brasileño ha sorprendido a todos desde su llegada y puede seguir rompiéndola todo lo que quiera, ya que su fútbol tiene enamorado al Bernabéu entero. Su capacidad de reacción, el perfil de revulsivo que tiene, o los balones que le pone el balcánico, no son ni mucho menos casualidad.
Es habitual que en el vestuario el miembro más veterano se encargue de cuidar al más joven. La relación con Rodrygo fue impoluto desde su llegada. Su implicación, sus ganas de aportar al equipo, enamoraron al croata y este se encargó de cuidarlo.
Este vínculo, caló fuerte y muchos de sus compañeros, se referían a ellos como padre e hijo. Pero esto no es baladí. Las relaciones en el Real Madrid, van más allá de los entrenamientos o los días de partido. La comunidad que se ha creado con este equipo es total.
Rodrygo y Modric han compartido muchos momentos: conversaciones, cenas, momentos entre ambas familias…La cosa ha llegado tan lejos que hasta, el padre del brasileño, el Sr. Goes, se lleva a las mil maravillas con el mejor mediocentro del mundo.
Uña y carne en el vestuario: Rodrygo y Modric
Hablan de todo. Se dan consejos, se buscan en el estadio cuando marcan goles. Una conexión especial para demostrar lo que realmente se vive de puertas hacia adentro en este club.
Todos tienen claro que el atacante blanco, será una pieza clave en el futuro proyecto madridista. Con su renovación cerrada hasta 2028, el carioca estaría vinculado hasta sus 27 años, de los 21 que tiene ahora. Prácticamente media carrera deportiva dedicada a este escudo.
Con el asesoramiento del “10” y el beneplácito de su padre, lo tiene todo para triunfar. Veremos cómo arranca la temporada. Podría tener un papel relevante, tras su explosión en la anterior. El hombre gol de la Champions, ha derrumbado la puerta, para ser un jugador respetado.
Por ahora, tiene el aval de Modric quién es su mentor. Una sociedad increíble. Todavía resuena el gol de la remontada del Chelsea: pase con el exterior del más longevo y voleón de la estrella emergente. A seguir soñando en grande.