El amor nunca sabes cuándo va a llamar a tu puerta. Es inesperado e impactante y cuando te llega no sabes ni cómo reaccionar. Esa sensación de estar conociendo a alguien y saber que es el adecuado y el correcto, solo lo sabes tú mismo.
Eso es lo que le ocurrió a Mina Bonino antes de conocer a Fede Valverde. Ella cinco años mayor que él, estaba en un punto de su vida en el que no confiaba en el romanticismo. Como se suele decir en estos casos, no tenía suerte.
A pesar de ser una mujer atractiva, interesante y con recorrido dentro del mundo de la televisión, ya que es periodista deportiva, no acababa de cuajar el idilio de tener una pareja estable.
La estabilidad que necesitaba Mina
Antes de que llegara Fede a su vida, acaba de cortar su relación con su expareja. Hacía un año que lo habían dejado y en una persona que sufre por amor, a veces es complicado gestionarlo. Pero al poco encontró al “Pajarito”, y su idilio empezó a forjarse. Empezaron a chatear vía redes y fue ella, la primera en dar el paso.
Tras meses hablando, llegó el punto en el que se tenían que ver algún día. No había punto medio ya que ella vivía en Argentina y el jugador ya estaba en las filas del Real Madrid. Era de sus primeras temporadas y todavía andaba algo discreto.
El primer encuentro que tuvieron fue en Madrid. Salió de ella dar el primer paso, quién cogió un vuelo hasta la capital. Ya se les relacionó con la celebración de la final de la Copa Libertadores que se jugó en el Bernabéu en 2018.
Aunque lo han desmentido muchas veces, fue después de aquello y no en el momento. A la periodista también le gustaba el fútbol y vino a España para animar a su River Plate contra Boca Juniors.
Una cita a ciegas para ambos
Su primer encuentro salió como una cita a ciegas. Era la primera vez que se veían en persona, ya que todo lo anterior había sido chateando. Mina incluso, llegó a idealizar su voz, porque tampoco lo había ni escuchado. La cosa podría haber salido mal, ya que más allá de lo físico, contaban muchas otras cosas.
Pero salió francamente bien todo. El primer encuentro que tuvieron fue en el mismo aeropuerto. Fue entonces el mediocentro madridista quién la vino a buscar a la terminal de Adolfo Suárez.
Amor a primera vista
Cuentan que desde aquella primera conexión, salió todo a las mil maravillas. Nada forzado, se unieron en un abrazo sincero y allí empezó su relación. La conexión fue tal, que la pareja decidió muy rápido el cambio de vida. Mina se mudó a España y lo dejó todo atrás en Argentina.
Un cambio de vida radical que por ahora está saliendo a las mil maravillas. Cuatro años después puede respirar tranquila, ya que son una de las parejas más estables dentro del panorama fútbol.
Con un hijo en común, que les acompaña a todas partes, es la alegría que les mantiene vivos. Hace unos días, ella le dedicó un precioso texto tras la conquista de la Champions y el final de temporada. Salir con un futbolista profesional es complicado, pero por lo que parece entre la relación de ambos, merece la pena.