El querido y admirado jugador croata Luka Modric confiesa en una entrevista no solamente como es su vida profesional sino también su faceta más personal el hombre en el que se convierte cuando llega a casa y se reúne con su mujer y sus tres hijos.
Hace tiempo, el croata habló para GQ, confesando algunos detalles de su complicada infancia y lo que significaba para él la familia. El jugador del Real Madrid explica que desde siempre he tenido muy buena conexión con los niños y que al tener un hijo y dos hijas, le gusta estar siempre rodeado de los más pequeños, a los que considera honestos, inocentes y con los que se puede jugar.
Su mujer y sus hijas, su ojito derecho
Cuando era pequeño a él le gustaba estar cerca de sus ídolos, por lo que cuando algún niño reclama su presencia, siempre le gusta atenderlo con mucha alegría.
En el campo sabemos que manda como una gran disciplina y que tiene una mano férrea con su equipo, pero en su casa la cosa cambia, asegura que su hogar es el sitio en donde menos manda, ya que su mujer y sus hijas son las que siempre dan órdenes y que él al no pasar demasiado tiempo con ellos por el fútbol intenta complacerles en todo lo que piden y ayudar en todo lo que puede porque ahí está en una posición inferior.
Entre risas, asegura que, aunque muchos no lo reconozcan, casi ninguno manda en casa.