Antonio Cassano considera que de no haber sido por aquel gol al Inter en el año 1999, ahora quizás sería un ladrón o un delincuente.
En su autobiografía que se estrenó en noviembre de 2008 y con la cual contó con la colaboración del periodista Pierre Luigi Pardo, confiesa que con respecto a su vida personal, habrá estado con seiscientas o setecientas mujeres, una veintena de ellas pertenecientes al mundo del espectáculo.
La ajetreada vida de Antonio Cassano
El futbolista confiesa que su infancia fue difícil en la ciudad de Bari que era pobre pero que no ha trabajado en su vida ya que tampoco sabe hacer nada. Con sus entrenadores es muy duro, especialmente con Capello, confiesa que alguna vez en Tarragona lo tuvo calentando todo el segundo tiempo junto a Ronaldo, en el vestuario le dijo que era un hombre de m***** y más falso que el dinero del Monopoly. De DelNeri también confiesa que no se le entendía nada y que tenía dos caras, también detestaba profundamente a Gentile.
Cuenta que cuatro novias de once años son pocas, pero que ha tenido muchas aventuras y que ha jugado enormes partidos después de haber practicado sexo. Por ejemplo, un Roma-Juventus, que ganaron por 4-0, le dieron las seis de la mañana con una de sus muchas amantes.
Cuenta la graciosa anécdota de que tenía un camarero amigo. Su obligación era subirle tres o cuatro croissants después de haber tenido sexo, quedaban en la escalera y hacían el cambio, el camarero se llevaba a la chica y él se quedaba con los dulces.