El Barcelona acaba de hacer un cambio más en su política de fichajes. Después de toda la crisis que hubo con Mateu Alemany hace unos meses y su regreso al club, ahora vuelve a marcharse. Algo raro para en el Barcelona, porque no tiene ningún tipo de sentido. Su puesto lo ocupará Deco, el exfutbolista que ahora trabaja como agente.
El portugués pasará a ser el director deportivo y tendrá todos los poderes para realizar fichajes. En el Real Madrid están alucinando: "Esto no puede ser. Un agente ya de director deportivo...". Y normal, porque es impensable que esto ocurra en el Real Madrid.
Hace falta seriedad
La forma de actuar del Barcelona tiene de todo menos seriedad. Si analizamos todo y la comparamos con la gestión de Florentino Pérez en el Real Madrid, es bastante humillante. La diferencia es abismal, y lo que ha logrado cada club en los últimos años es el claro reflejo de ello.
Además, están cometiendo otro error. Laporta está realizando muchos pactos con Jorge Mendes, el agente de futbolistas al que Florentino Pérez logró apartar del Real Madrid. El presidente del mejor club del mundo se dio cuenta del daño que podían hacer sus gestiones y prefirió no tener ningún futbolista suyo. A corto plazo todo va aparentemente bien, hasta que luego llegan los problemas en las renovaciones, ventas y mejoras salariales.