Las lesiones son la parte más oscura de este deporte. Carlo Ancelotti lo sabe bien y para la final de este fin de semana podrá contar afortunadamente con todos los efectivos para enfrentarse al Liverpool.
El italiano, hombre conocedor de fútbol, tuvo un pasado como futbolista. Su desarrollo sobre el terreno de juego lo llevó a cabo durante 16 temporadas, la mitad de su carrera vistiendo una camiseta, la de la Roma. Allí vivió grandes noches de fútbol, para saltar definitivamente al Milan, dónde se consagró como jugador y entrenador para hacer historia en el club.
Pero el laureado técnico, vivió posiblemente una de las épocas más gloriosas del club. Si el miércoles el equipo romano levantaba la Conference League, hace 38 años que la historia de este club le llevó a una final de Champions. La única que ha disputado en toda su historia.
Las lesiones truncaron su proyección
En aquel entonces, Carletto estaba en la mitad de su trayectoria como jugador y tan solo tenía 22 años y muchos años de prolífera proyección por delante. Aunque el fútbol es así de caprichoso y una rotura de ligamentos le impidió disputar ese partido. Además, la gesta hubiera sido fantástica al disputarse en el estadio Olímpico de Roma.
Vivir una final de Champions desde fuera, es una decisión complicada. Pero al italiano no le quedaba otra. No podía jugar ese partido. Si el aficionado común sufre, se tira de los pelos, grita y estaría dispuesto a vestirse de corto para ayudar a los suyos, estar lesionado de gravedad y ver como los tuyos sufren, es una señal de impotencia terrible.
El actual técnico madridista, se conformó con ver aquel partido desde la grada. No podía hacer más. Aquel partido acabó con empate a 1 en los 120 minutos reglamentarios jugados, con lo que el ganador se decidiría desde los once metros.
Los penaltis cayeron del lado de los ingleses en una ronda que se decidió por 4-2, tras errar dos veces el conjunto romano.
Ancelotti, tiene la espina clavada desde entonces
Ancelotti no pudo colaborar en aquella fatídica final y siempre permanecerá en su recuerdo, las desastrosas lesiones que le persiguieron como jugador. Estuvo alejado de los terrenos de juego casi dos años. Las roturas de los ligamentos de ambas rodillas, posiblemente le privaron de seguir compitiendo durante más años al fútbol.
Aunque el técnico madridista, era una enamorado del fútbol y este deporte se la tenía guardada para triunfar como un brillante entrenador y gestor de plantilla. La experiencia de un exjugador, no la podrá aportar cualquiera.
El técnico italiano un excelente gestor de grupo
Manejar los nervios, egos y comportamientos de un vestuario repleto de profesionales no es tarea sencilla, pero eso Ancelotti lo sabe hacer bien.
Mañana, el italiano tendrá una nueva oportunidad para derrotar al Liverpool. El equipo inglés, se le ha cruzado en varias finales. En dos, ha caído derrotado, esta será su cuarta final particular contra los ingleses.
El entrenador ahora defiende los colores blancos y sabe el gen de este equipo. Carletto ya sabe lo que es ganar una Copa de Europa con este equipo, así que se encomendará a sus jugadores a devolver esa ilusión a toda la parroquia blanca y poner el brindis final a la temporada.