Hay un viejo cántico que corre por el estadio Santiago Bernabéu que dice: "Arriba, arriba, arriba, arriba con ese balón, que Juanito la prepara, que Juanito la prepara y Santillana mete gol". Una canción que para muchos ha dejado de tener significado debido a los muchos años que separan a la Quinta del Buitre de la Quinta de las Orejonas. En esta última ese mismo cántico podría cambiar los nombres de Juan Gómez "Juanito" y de Carlos Alonso González Santillana por el de Modric y Ramos.
La historia reciente del Real Madrid hay que empezar a contarla por ellos dos, cuando el croata puso un centro a la salida de un córner en el minuto 93, con la afición del Atleti tocando la primera Copa de Europa de su historia y con un cabezazo de Sergio Ramos que lo remataron millones de madridistas repartidos por toda la faz de la tierra. Aquello fue la Décima y lo que vino después aún cuesta entenderlo.
Pero la relación entre Luka Modric y Sergio Ramos no empezó como acabó en Lisboa, al contrario. Al parecer había gestos y comentarios de Sergio Ramos que no gustaban en absoluto a Luka Modric que ni corto ni perezoso se fue a por el camero para decírselo a la cara. Y si Sergio Ramos es un tipo muy criticado es por no tener pelos en la lengua y por ir siempre de cara. Cosa que hizo Modric con él.
Desde entonces parece que los problemas desaparecieron para dar paso a una relación que llega hasta nuestros días. Y es que a pesar de que el andaluz tomó un nuevo rumbo en la temporada pasada, la amistad ha perdurado entre él y el croata. Han sido muchos años de alegrías, de llantos, de sufrimiento pero sobre todo de triunfos donde el uno y el otro siempre han dado un paso al frente para partir como protagonistas.
Gracias a ellos dos el Real Madrid puede decir hoy día que sus vitrinas tienen 14 Copas de Europa y es que ellos además de su fútbol pusieron a disposición de su equipo carácter y entrega convirtiéndose en líderes del vestuario. Cosa nada fácil tratándose de un club como el Real Madrid.