Parece que los sustos de Halloween y la noche de las bestias está pegando fuerte este año. La gente tiene ganas de disfrzarse, de gastar bromas pesadas y sobre todo de hacer reír a los demás.
Si antes de ayer era en “El Chiringuito”, parece después las broma se extendieron en el Real Madrid. En concreto, uno con quién sí nos asustamos todos, fue con el caso de Antonio Rüdiger. Este, concentrado en la sesión de entrenamiento antes del partido frente al Celtic en el Bernabéu, quiso gastarle su propia broma a sus compañeros. Se esperó hasta el final de la partida para gastársela.
La broma pesada de Antonio Rüdiger
Además le quedó de escándalo: de diez en interpretación. El central se ponía a disparar lanzamientos desde la media luna del área y este no falló prácticamente ninguno. Todos iban a la escuadra izquierda, a la derecha del portero. La potencia en su disparo era tal que cuesta hasta reconocer al guardameta que intenta atajar el esférico a mano cambiada.
Pero mientras todo aparentaba ser medio normal, ocurrió la locura auténtica del alemán. Se la coló a todos sus compañeros de la forma más sutil. Fue al golpear un balón, cuando de pronto, tras haber chutado se resintió del cuadríceps en la pierna derecha, llevándose directamente la mano a esa zona.
Se le vieron síntomas de flaqueza y malestar, algo que hizo encender las alarmas ya que el equipo perdía a un hombre vital. Pero en esos segundos de suspense por conocer el alcance de ese golpe, Antonio se la jugó a todos. Aparentando un gesto de dolor, se acabó erigiendo a su postura natural, y se sacó varios pasos de baile para tranquilizar a todos su compañeros.
Sus compañeros quedaron en vilo por segundos
Ciertamente los había asustado a todos. Tras su golpe aparatoso en la cara ante el Shakhtar, se especulaba de nuevo lo peor. El jugador llevaba una cinta en la rodilla de dónde simuló el dolor, pero no hay nada que haga presagiar lo contrario. Desde que aterrizó en Madrid todavía no ha pasado por la enfermería, más allá que para su herida de guerra con esos 20 puntos de sutura.
El golpeo había sido seco y demoledor y eso provocó numerosas reacciones. Se creó un coro entre la emoción y el suspense. Modric fue de los primeros que se preocupó por su estado y así aparece en el vídeo. Afortunadamente podemos celebrar que el defensa solo quiso gastar una broma pesada y que la alegría merengue sigue siempre igual.
La repercusión de ese vídeo fue bestial. Lanzado por la cuenta oficial de TikTok del club, alcanzó casi las 5,5 millones de visitas y los 812.400 likes con numerosos comentarios. El germano no lleva ni un año en la entidad y ya se ha adaptado como nunca. El clima que se respira en el Real Madrid es auténtico.