La historia del Real Madrid y sus dorsales es algo que aparentemente ha traído cola con el baile de jugadores de la plantilla. El marketing es algo que se ha impuesto en la agenda del día y los propios jugadores han utilizado los números de sus camisetas como marca personal.
Aunque la competición doméstica es una de las pocas ligas europeas que ya impuso desde hace años una serie de condiciones para el orden de los dorsales. Tan solo se permiten dígitos del 1 al 25, reservándose estos dos incluidos más el trece, para los porteros.
La asignación de dorsales en el Real Madrid
Los canteranos deberán utilizar uno que no esté entre los 25 primeros y los de la primera plantilla no podrán utilizar uno aleatorio. Además en el Real Madrid, hay algunos de reservados como el: “7”, “9” o “10” que se guardan, en principio, para los mejores hombres.
Volviendo al caso de los guardametas, es curioso conocer una de las manías y supersticiones que tienen estos a la hora de escogerlos. Son muchos más complicados que la toma de decisión que hace un jugador de campo.
Las supersticiones de Thibaut Courtois
Es habitual conocer estos casos y muchos hasta siguen rituales estrictos para convencerse en cada partido. Uno de las supersticiones que quiso seguir Thibaut Courtois, fue conservar el “13” que tanta suerte le había dado años atrás.
Durante toda su trayectoria ha jugado con varios dorsales, pero el deseado siempre fue el que lleva ahora Lunin. Hasta 8 temporadas son las veces que lo ha lucido en su carrera, aunque tan solo una en Chamartín. Las otras siete se reparten entre Atlético y Chelsea.
Desde su llegada al Bernabéu, antes de pasar a ser el titular indiscutible, coincidió durante dos campañas con Keylor Navas. El tico entonces era propietario del “1” y lo mantuvo hasta su marcha.
Por méritos y galones se lo había ganado a pulso. De este modo, Thibaut tan solo le quedaban dos opciones. Se tuvo que conformar con el “25” ya que de segundo también estaba Kiko Casilla con el “13”, actual portero del Getafe.
Aquello fue puro trámite y tras una temporada con tres arqueros de garantías, Casilla abandonó el club y el actual titular ya cogió el 13. Aunque eso también le duro poco.
Con la salida de Keylor, nuevo cambio de dorsales
En la 19/20 el equipo hizo una reestructuración en la portería y se apostó por la juventud. Keylor ya superaba los 30 años y preferían desprenderse de él con aires a rejuvenecer el plantel.
De este modo, solo restaba Courtois como el destinatario a llevar el “1”. Algo que en un primer momento se negó, debido a la superstición que había conseguido con el que ya tenía.
La historia le había dado la razón y siendo titular con sus ex equipos, sí que le permitieron llevar el número del que, a priori, era el del suplente. Tardaron en convecerle, pero el tiempo les ha dado la razón.
Ahora acumula su tercer campaña de blanco con el de titular a la espalda y parece que no le molesta. Casualidades que uno consigue con el tiempo.