Ferland Mendy se ha convertido en uno de los jugadores más importantes en este final de temporada, pero hasta llegar a este punto ha tenido que atravesar momentos muy duros que poca gente es capaz de soportar. Con apenas 14 años una lesión casi acaba con su carrera deportiva, pero aun así se mantuvo firme y logró superar el mal trago de verse en silla de ruedas.
Quizá es esa la causa por la que no quiere volver al Paris Saint Germain, y no es que el mercado invite a esta suposición, sino que por su propia experiencia no le gustó cómo lo trataron cuando estaba pasando por su momento más duro. Reconoce Ferland Mendy que la academia del equipo parisino estaba viendo que recuperaba el nivel poco a poco tras su grave contratiempo.
Él, sin embargo, decidió salir de la escuela parisina y cambiar totalmente de institución. Después de mi lesión me dijeron que tenían que decidir si iba a volver al centro de formación o no. Esta fue la gota que colmó el vaso de la paciencia del francés, que con el desplante del PSG no les dejó tiempo ni a decidir. Fue él mismo quien renunció a la academia para irse al año siguiente al Mantois, un equipo sin la solera que tiene el PSG pero que serviría de trampolín en su carrera para coger de nuevo el nivel previo a la lesión.
Desde entonces la carrera de Mendy no paró de regalarle buenos momentos hasta llegar al equipo más importante del mundo, el Real Madrid. Su gran temporada en el Le Havre fue el primer gran escalón en su carrera, al año siguiente se marchó al Olympique de Lyon aprovechando su oportunidad para no dejar el puesto, luego llegó la Selección Francesa y la llamada de Zinedine Zidane. "Me hacía extremadamente feliz que el club más grande del mundo se interesara por mí, es un sueño poder jugar en el mejor equipo del mundo", declaraba Ferland Mendy.