Bale es el jugador que fichó el Real Madrid, en 2013, cuando se cansó de los problemas que continuamente provocaba, Mesut Özil. El alemán, es un ejemplo más de deportista con unas condiciones espectaculares para jugar al fútbol, pero con una mala cabeza. Este patrón de futbolistas pretende vivir de la calidad, que algún día se les acaba. Suelen ser futbolistas que se queman muy rápido y no levantan su ánimo.
Estrellas que caen en desgracia por una mala actitud. Salió del Real Madrid con broncas, del Arsenal por falta de compromiso y en el Fenerbahçe le apartan constantemente por actos de indisciplina.
Mesut Ozil es aquella clase de jugadores que asombró al mundo con su fútbol. La visión de juego del alemán era una delicia y en el Real Madrid se lanzaron a por su fichaje cuando ya se le empezaban a ver ciertas cosas de jugador top.
Carta de presentación estelar para jugar en el Bernabéu
En el Santiago Bernabéu jugó durante cuatro temporadas al máximo nivel. Titular en la medular blanca formó parte de la liga de Mourinho entre sus éxitos más rotundos. La conexión con Cristiano Ronaldo era excepcional. En el terreno de juego ambos sabían a lo que jugaban y cuando Cristiano la pedía, Ozil se la ponía dónde el portugués dijera.
Lo tenía todo para ser uno de los mejores del mundo. Mesut Özil fichó por el Real Madrid, en 2010, tras brillar en el Mundial de Sudáfrica. Era uno futbolista elegante, que marcaba las diferencias, creativo y talentoso.
Con el dorsal '10' a su espalda, abanderó todo tipo de momentos. Luces y sombras. Elogios y broncas. Un jugador determinante. Pero su entrenador, Mourinho, se cansó de él. Criticado por su poco esfuerzo y esmero, se le relegó al banquillo. Aunque sus compañeros siempre le apoyaron.
Sorprendentemente, el jugador salió por la puerta de atrás en la ventana del mercado de fichajes de verano de 2014 a las acaballas de este. No se acabó de entender lo que ocurrió, pero el jugador puso rumbo a Londres para unirse a las filas del Arsenal.
El jugador ha reconocido en varias ocasiones que su etapa en el Real Madrid consideró tenerla incompleta. Para el alemán fue una de las decisiones más complicadas en su trayectoria futbolística.
De esa decisión culpa a su padre, la figura que le representaba en aquel momento y que acusó de su inexperiencia para negociar una renovación a largo plazo con Florentino Pérez. La familia Ozil pedía lo que para ellos consideraban “justo”, pero fue algo excesivo para los intereses blancos. Una cifra que no podían costearle al atacante madridista.
Ruptura con su padre
Tras la salida del Real Madrid, el jugador decidió poner fin a la relación con su padre. El atacante blanco no quiso volver a contar con los servicios de su padre y este, indignado, le llevó a juicio. El padre le reclamaba dinero de algunas operaciones conseguidas.
La pesadilla de Ozil solo acababa de empezar. El exmadridista no sabía todo lo que se le vendría encima.
Wenger, el siguiente en su lista
Mesut Ozil, sabiendo de la negativa del club blanco y su intención de no mejorarle el contrato quedó algo a disgusto con el club. Desde entonces emprendió una salida que nunca hubiera deseado.
El primero con quien contactó fue con Arsene Wenger, por entonces, entrenador del Arsenal. El técnico galo le concedió la oportunidad de seguir disfrutando del fútbol al máximo nivel siendo un icono del equipo y abanderando a un Arsenal durante 7 años.
Con lo que no contaba Ozil, era la salida de su principal valedor y la llegada de Unai Emery o Mikel Arteta al banquillo. Numerosas broncas tuvieron con él. El segundo, le puso la cruz al jugador, apartándolo del equipo.
Las principales razones eran por su comportamiento antideportivo y la relación con sus compañeros. Tras no contar con él, Ozil, tomó la iniciativa de no presentarse a los entrenamientos, algo que no gustó para nada al club. Al final le acabaron ofreciendo la carta de libertad.
Llegada a Turquía
La espiral de conflictos de Ozil le siguen persiguiendo. Con el incendio provocado por el jugador, el futbolista quiso dejar la disciplina gunner para cambiar de aires.
Ni en Turquía, donde se esperaba que se reencontraría con su mejor fútbol, no ha sido capaz de salir adelante. Özil es el último juguete roto del fútbol. Una estrella apagada, hundida por su mala cabeza.
Pero los pronósticos aseguran que la mala suerte le sigue persiguiendo. Ha seguido arrastrando polémicas.
El jugador fue recientemente apartado de nuevo por enfrentarse a su entrenador. Ozil llegó en enero de 2021 y en más de una ocasión, también ha sido juzgado por centrarse demasiado en compromisos publicitarios más que en los futbolísticos.
A pesar de ello, el jugador es uno de los máximos anotadores de la plantilla, antes de ser apartado. Su calidad futbolística no ha desaparecido y siempre ha demostrado un gran manejo de balón.
Salida de la selección alemana
Dejó la Selección alemana tras el Mundial de Rusia, con 29 años, por una polémica fotografía con el presidente de Turquía, Erdogan. Un episodio que trascendió al ámbito de la política.
La despedida de Mesut
Özil tiene 33 años. Una edad en la que, por su calidad y talento, podría seguir compitiendo en las mejores ligas de Europa. Pero su nefasta actitud, malas compañías y poca cabeza le han llevado a la perdición.
El futbolista ha conseguido jugar en el Real Madrid, equipo en el que demostró su máximo nivel de juego. De haber aceptado una renovación a la baja, quizá se hubiera quedado. La ambición de ciertos futbolistas con el dinero es abismal.
Un caso parecido a lo que ocurrió con Di María. El Real Madrid siempre irá por delante de cualquier jugador. Mesut Ozil siempre quedará en el recuerdo de lo que llegó a ser y lo que pudo ser si su carrera hubiera aterrizado de pie en la tierra.