El que fuera conocido como “El Conejito Saviola” vivió su mejor fútbol en La Liga. Una carrera prolífera, pero sin separarse de la polémica ya que jugó en los dos grandes: Real Madrid y FC. Barcelona. Este hecho no es muy habitual y pocos han sido los que lo han conseguido.
Aunque el futbolista ha sido un fuera de serie allí por dónde ha pasado. El delantero tenía mucha personalidad y así lo demostraba en cada minuto. Su carrera dio muchos giros, pero siempre disfrutó con lo mejor que hacía.
Sorprende que su pasión no decaída nunca: Tras años desde su retirada, el futbolista se puso de nuevo las botas, para jugar esta vez, al fútbol sala. Un juego más vistoso, que requiere más técnica. Lo hacía en Andorra, dónde aparentemente está viviendo desde entonces. Un lugar más tranquilo alejado de todos los focos mediáticos.
Su carrera se erigió entre dos grandes: FC. Barcelona y Real Madrid
En el mundo del fútbol, las críticas se disuelven en el campo. Si el jugador es capaz de rendir a un buen nivel y marcar goles, rápido se olvidarán de su pasado. Su próposito de triunfar, le llevaron a jugar en varios de los más grandes. Vistió la elástica blanca durante dos temporadas de 2007 a 2009.
Su fichaje fue considerado como una bomba, ya que aparte de ser inesperado, le robaron al barcelonismo un jugador que llegó gratis al Bernabéu. Terminaba contrato y el argentino no decidió renovar. Llegó a lucir el dorsal número 9, un dorsal respetado por el madridismo, y que no acabó de llevarlo con es autoridad que se le pedía.
Trayectoria agridulce como blanco
Pero en el Bernabéu no acabaron de salirle bien las cosas. Su paso por el club fue más testimonial que otra cosa. Un descarte para Bernd Schuster o Juan de Ramos. Con el alemán tuvo algo más de continuidad, pero tampoco llegó a consolidarse como tal.
Cumplió con el papel de revulsivo más que otra cosa. En sus dos campañas como madridista, solo anotó cuatro goles. Sus víctimas fueron: Almería, Valladolid, Athletic y Getafe.
Un total de 31 encuentros disputados, ocho en la primera temporada y nueve en la segunda, más los partidos de Copa del Rey, Champions o Supercopa. Cinco goles y una asistencia fueron su registro como blanco.
Su salida del Bernabéu
Tras aquella experiencia, algo amarga para el jugador, decidió poner fin a la que había sido su casa en dos campañas. Demostrar tu talento en club tan grande, a veces es complicado. La falta de minutos acusó su malestar y decidió poner fin a su etapa como merengue. Tras aquella experiencia, firmó por el Benfica a cambio de cinco millones.
Su paso por el fútbol portugués volvió a relanzar su carrera, para que años después volviera de nuevo a La Liga. Esta vez lo haría en el Málaga, su segundo equipo andaluz y su cuarto equipo español en el que militaría tras: FC. Barcelona, Sevilla, Real Madrid.
El “conejito” vivió sus últimos coletazos de su carrera, pero ya no consiguió encontrar su mejor nivel. Su carrera volvió a dar de nuevo más saltos en su proyección. Tras aquello, fue traspasado al Olympiacos, para luego mudarse a Italia en el Hellas Verona.
Finalmente acabó de nuevo en River Plate, de dónde había emergido su fútbol, para cerrar el círculo a su magnífica carrera deportiva y retirarse en 2015.