Parece que las predicciones del Real Madrid se cumplen a las mil maravillas. Buen ejemplo de ello es la política de incorporaciones y salidas que han llevado a cabo en estos últimos años. Como si habláramos de un deportivo al que se le aplica un “plan renove”, el conjunto merengue pasa de ser un deportivo con unos bajos punteros a llevar un alerón que le hace volar solo.
Una de las premisas del núcleo cercano a Florentino, vista la exigencia del mercado y la apuesta futbolística del fútbol moderno por los jóvenes, se basaba en seguir las mismas indicaciones. Encontrar a promesas capaces de amoldarse a grandes retos y dispuestos a dar un golpe encima de la mesa y coger los galones suficientes como para gobernar el deporte rey durante mucho tiempo.
La actual plantilla pasa por una media de edad de 27,2 años, algo que a priori no nos dice nada. La tendencia es a la baja y parece que el club está algo lejos de conseguirlo. Aunque la tranquilidad de saber que la entidad posee catorce Champions, cinco de ellas en la última década, nos hace ver el vaso medio lleno.
El Real Madrid del futuro en marcha
El club no ha dejado de trabajar y ha trabajado mucho para conseguir ese lavado de cara. Por ahora parecen bastante satisfechos. Hasta catorce futbolistas no superan la treintena, una cifra en la que muchos se plantan. Véase la decisión tomada de Casemiro.
Pero para sustituir a él y a otros que vendrán, Florentino ha incorporado a Vinicius, Rodrygo, Tchouameni o Camavinga. Los dos primeros han conseguido derrumbar la puerta de la titularidad y por lo que hace a los dos franceses, el pivote acaba de llegar y Eduardo, ya busca ser ese mediocentro diferencial.
Aterrizado tan solo desde hace un año, su voluntad es la de hacerse un hombre fuerte en el once. Es a día de hoy, el más joven de todos. Su picardía de 19 años ya asusta y amenaza a sus compañeros en su demarcación. La temporada pasada presentó su currículum y parece que no pasó desapercibido.
Camavinga puede ser el nuevo líder de la medular
Calidad, técnica y táctica. Un futbolista capaz de ir al choque, bajar al barro y llegar a portería con una facilidad pasmosa. Ancelotti le fue regalando minutos a medida que avanzaba el campeonato y su presencia en el once hacía soñar a más de uno con lo que vendría en un futuro.
La incorporación de Tchouameni y la consolidación de Valverde, les presagia como el mediocampo del futuro. Con Casemiro fuera, ahora el francés tendrá incluso más posibilidades. Todos quieren ver esas trenzas rubias galopando por todos los estadios.
Su fútbol es un ejemplo para los jóvenes que quieran triunfar como él. Su personalidad rebosa por dónde pasa, acaba de asignarse el dorsal número 12 que dejó Marcelo y lejos de asustarle, parece que hasta le gusta el reto. Con la salida del brasileño, el casting se le ha vuelto a abrir y parece que este puede ser su año.
Tiene todas las papeletas para triunfar. El perfil del jugador se ha convertido en todo un todoterreno. Es capaz de jugar en la mayoría de posiciones y de lo bueno que es, todo lo hace bien. Por delante tiene a Kroos, Modric y Tchouameni, pero ¿qué puede salir mal con él sobre el verde? La parroquia blanca tiene muchas esperanzas puestas en él y ya está en la lista de espera para derrumbar la puerta de la titularidad.