Si algo define a Sergio Ramos es su amor por la tierra. En el Madrid lo hemos visto abrazando la Copa de Europa con la bandera de Andalucía siempre presente. Y no sólo como símbolo. El camero es andaluz por los ocho costados, de ahí su pasión por los caballos y por el cante flamenco.
“A quien le voy a contar mis penas”, cantaba allá por 2012 Sergio Ramos con su amigo el Canelita. Muchos han sido los que en redes sociales se han burlado del camero por sus múltiples apariciones cantando, ya fuera con Canelita o con otros artistas y amigos. Y es que Sergio no tiene mala voz, pero si lo comparamos con el duende que tiene en el campo todos entenderán que el madridismo se decline por lo segundo.
Y del tópico viven las redes. De ahí que siempre que ha fallado en defensa se le haya denominado así, Canelita. Por eso de las cantadas y demás. Algo parecido a lo que sufría Jose Manuel Pinto, el ex portero del Fútbol Club Barcelona, salvando las distancias.
A pesar de todo ya sabemos la buena relación de Sergio con los flamencos, nunca ha pasado desapercibida su admiración por José Mercé, otro madridista que además ya ha interpretado uno de los himnos del Real Madrid de forma excepcional. Ese carácter que le imprimen los artistas con los que se relaciona le ha dado ciertos tintes épicos al camero dentro del campo, pues la raza, el corazón y la fuerza están unidos a la idiosincrasia flamenca. Y como no podía ser de otra manera, también a la de Sergio Ramos. Uno de los grandes artistas que ha vestido la camiseta blanca.