La sencilla razón por la que todavía Kylian Mbappé no tiene carnet de conducir se basa única y exclusivamente porque el futbolista de 23 años, se le ha subido demasiado rápido la fama a su entorno y una situación tan cotidiana como ir a la autoescuela, ha sido un acto imposible para él.
A sus 18, hace cinco años, ya empezaba a deslumbrar en el Mónaco y es que esto del fútbol moderno va tan rápido, que a veces no da margen ni para pararse a pensar.
La extraña curiosidad del francés
Del equipo del Principado, se marchó rápidamente hacia París, su hogar, para enrolarse en las filas del PSG, el equipo más mediático y poderoso de toda Francia.
Allí tampoco tardaría en hacer realidad su candidatura a ser de los mejores del mundo y por ello, todo se le fue complicando hasta tal punto de tener que contar un chófer privado que le llevara a todos sitios.
Raro es en él, no ver como luce sus coches de alta gama como: Ferraris, Lamborghinis o Porsches. Este lo hace con furgonetas dónde puede ir algo más cómodo y transportar también a sus amigos. Es a todos sitios dónde va a acompañado, ya que es la única forma que ha encontrado para mediar lo de su carnet.
El extraño caso de Mbappé
El futbolista es de los casos más extraños, pero ciertos. De llegar al Real Madrid su problema seguiría acusándolo y entonces veríamos como acude a la Ciudad Deportiva. Se le acaban las opciones y el tiempo pasa cada vez más rápido.
Ese niño que maravilló de forma tan precoz no ha tenido una juventud de las más común. Pero esto solo pasa en los deportes de élite. Imagínense la situación a día de hoy con el profesor de autoescuela y Mbappé, aprendiendo a conducir:
No tiene ningún tipo de sentido y mientras no ponga remedio todo seguirá con la misma situación. Privilegios y consecuencias de ser uno de los jugadores más ricos del mundo para afrontar este tipo de situaciones.