Thibaut Courtois luce de lujo en la portería del Real Madrid. Atraviesa su quinta temporada en el club y todo hace indicar que sus méritos le van a mantener allí mucho tiempo. Providencial y salvador en numerosas ocasiones, se ha convertido en el mayor seguro de vida del equipo en numerosas ocasiones.
Candidato a todo, puede superar numerosos récords defendiendo la portería blanca. Su envergadura genera numerosa seguridad y es el dolor de cabeza de muchos de los delanteros que tratan de superarle. Mejor que uno no se cruce cualquier día con él sino quiere arruinarle la noche.
En los últimos meses ha tenido grandes intervenciones memorables a lo largo de su trayectoria, aunque preguntando por una de las mejores parece que lo tiene claro. Aquella fue hace ya unos años y la rigurosidad con la que responde es porque fue muy importante para él.
Courtois está en su mejor momento
Tenemos que remontarnos en el Mundial de 2018, cuando defendía la camiseta de su país en unos cuartos de final de la Copa del Mundo. Entonces el combinado de los diablos rojos, atravesaba uno de sus mejores momentos institucionales.
Con muy buen equipo, presumía tener a grandes jugadores en cada una de sus filas. Daba auténtico miedo cruzarse con el conjunto que dirigía el español Bob Martínez.
Aquel verano fue el mismo en el que acabó aterrizando en las filas blancas, y paradas como las que el arquero recuerda, son los motivos por los que el Real Madrid fue a por él. El combinado belga había superado la barrera de la fase de grupos y octavos con cierta facilidad, pero en cuartos de final, la cosa pareció complicarse.
Courtois puede con todo y contra todos
Les emparejaron con una de las más feas. Brasil era el verdugo que pedía el precio de su cabeza. Una de las grandes aspirantes a llevarse el trono, venía con fuerza para luchar a toda costa contra el combinado belga.
Pero las cosas no se le pudieron poner mejor. La selección de Courtois se puso por delante en el marcador con un 2-1 favorable desde los primeros minutos del encuentro. Tan solo un gol, casi a las acaballas del partido incomodó al muro de Thibaut, pero sin apenas éxito.
Pero Brasil siempre será ella y hasta los minutos finales, cuando más apretaba la canarinha fue cuando mejor respondió el combinado de Bob Martínez. La parada a la que se refiere en cuestión, es en ese mismo encuentro, casi la última ocasión del partido.
La intrahistoria de la jugada
En una jugada que nace en la banda derecha por el ataque de Brasil, a la derecha de las pantallas, el balón le acabó llegando a Neymar que en un milímetro de segundo logra armar su pierna y ejecuta una parábola hacia portería casi imparable.
Su golpeo de balón va en dirección a la escuadra del guardameta blanco, pero este muy atento logra sacar con criterio el balón y con una estirada y manopla espectacular envía el balón a saque de esquina.
Es digna de ver y ahí es cuando se empieza a ver el Courtois de verdad. En ese momento lo podríamos comparar con el guardameta en el que se ha convertido a día de hoy. Una auténtica locura.
Neymar, no se lo cree y se lleva las manos a la cabeza cuando ve que esa jugada tampoco entra. Desesperado por encontrar una solución ya no sabe cómo sorprender al cancerbero, que finalmente dejaría su portería así y el resultado final quedaría con la victoria por la mínima del combinado belga.