El Real Madrid vive una de sus épocas más gloriosas en lo que va de siglo. Su evolución con los años ha trasladado al equipo a la primera línea de batalla y es considerado uno de los mejores del mundo. Más si cabe, porque no tiene rival y las amenazas del contrario son insuficientes.
Pero para valorar los éxitos conseguidos, a veces hace falta mirar atrás y ver de dónde viene esa progresión. En concreto, si nos situamos ocho años atrás veremos que en el Real Madrid convivían perfiles muy diferentes.
El mediocentro era dominado por otras caras y el esquema de juego era diferente. Gobernaba el 4-4-2 con doble pivote en la medular, que presidían Xabi Alonso y Khedira, entre otros. Casemiro empezaba a asomar la cabeza y Modric y Kroos, fogueaban sus puestos de titular.
Xabi Alonso puso los cimientos del centro del campo blanco actual
La transición entre el español y el alemán, fue muy bien cubierta por el croata y el otro germano. Aunque la figura del pivote brasileño, ya indicaba que algo estaba cambiando en el estilo de juego blanco. Con el tolosarra sobre el verde, el madridismo contaba con mucha seguridad y parecía ser un seguro de vida para años.
Pero la irrupción de otros futbolistas le cortó las alas. La renovación era necesaria y la sabia de brotes verdes pedía paso. Aunque Alonso siempre fue una figura muy respetada. Su elegancia y estilo sobre el terreno de juego maravilló a muchos de sus propios compañeros.
A uno de los que llegó a cautivar con más fuerza fue a Luka Modric. Ambos tenían una conexión especial, prácticamente fuera de lo común. Tenían un guante en el pie y sus pases llegaban a sus receptores con mucho mimo. Era una delicia verlos jugar y cuando conectaban sobre el verde, pocos podían pararles.
Para Xabi, siempre que ha podido lo ha reconocido, ha sido un excelente compañero y un grandísimo jugador que han visto sus ojos. Algo que comparte Luka Modric sobre él. La sinergia de estos dos podría haber sido la dinamita perfecta. El adiós prematuro del vasco, cambió los planes del croata, pero no del Real Madrid.
La conexión de Xabi y Luka en el Real Madrid
La etapa del Campeón del Mundo como merengue fue corta. Cinco años en el Bernabéu para conseguir hacerle un lavado de cara a su juego. Con él se fundaron las raíces de un centro del campo para la historia.
Casemiro también tiene mucho que agradecerle ya que su evolución como futbolista, se debe a las continuas indicaciones y consejos del español.
Modric heredó el testigo que le había dejado Xabi Alonso en el club. Juntos compartieron 71 encuentros llegando a disputar casi 4.462 minutos. Cuando llegó al club no pudo heredar su mítico dorsal, el “14” porque lo tenía el propio Xabi, pero pasó primero por el “19” durante dos temporadas, para acabar luciendo el “10” que lleva ahora.
Una conexión especial entre dos genios del fútbol mundial. No se arrugaban por nada, luchadores, ambiciosos y portadores de un escudo único en el mundo. Esta camiseta no la podía vestir todo el mundo.