El partido de ayer dejó a muchos damnificados sobre el verde. Con Alaba y Tchouameni viendo el partido desde casa, ayer sin poder acabar el partido, ya pedían turno en la enfermería: Lucas Vázquez, Camavinga o Militao que tuvieron que ser sustituidos por molestias.
El caso del español o el francés no preocupa tanto como el caso del brasileño que se retiró a causa de unos mareos molestos. El gallego parece tener un esguince y el mediocentro unas leves molestias en su rodilla, pero lo del central no se explica por ningún lado.
¿A qué se deben sus mareos?
El “3” estaba cuajando un excelente duelo, siendo sobrio en sus tareas, hasta que llegó el momento del pelotazo en su cara. El balón impactó violentamente en su rostro tras ponerse de por medio con autoridad, pero aquello no quitó el susto al cuerpo técnico o aficionados.
Una conmoción que provocó su cambio obligatorio y por el que a lo largo del día de hoy se someterá a varias pruebas neurológicas.
El brasileño debería llegar sin problemas a la final, pero su estado es algo que preocupa de forma repentina. Aunque si tiramos de hemeroteca, nos daremos cuenta que no es un puro trámite esto.
Hay que tirar hasta el mismo día de su presentación, cuando el desconocido brasileño aterrizaba en el Bernabéu a cambio de 50 kilos por petición de Zidane. Pues su primera vez en pisar el césped, el madridista también padeció algo similar y se tuvo que parar toda la maquinaria.
Los problemas del futbolista
El jugador parece que se encontraba algo indispuesto. Muchos promediaban que aquello era fruto de los nervios o del proceso adaptativo: altas temperaturas, etc. Pero el capítulo se ha vuelto a repetir.
El zaguero tiene un excelente rendimiento con el club, pero estos sustos generan cierta incertidumbre al respecto. El futbolista de apenas 24 años, tiene todo para triunfar y el gran afectado en todo esto no deja de ser él.
Sus compañeros tampoco saben como actuar en esos casos y la enfermería blanca ya tramit un proceso recuperador. Le tienen tomada la pista al defensa para que no vuelva a suceder algo así.