Karim Benzema es uno de esos jugadores con los que la historia del Real Madrid es más fácil de entender. Cuando durante las eliminatorias de Champions League todo el mundo aludía a la magia del Bernbaéu, al ADN del club, a la magia, a la flor, a la miel. Mil argumentos que no justifican la implicación y el trabajo de un equipo de fútbol. Quien desee encontrar explicaciones de qué es lo que ha pasado en el Bernabéu esta temporada que le pregunte a Karim Benzema.
Con la consecución del trofeo Pichichi con 27 goles pasará a la historia como el primer francés en conseguirlo, pero es algo anecdótico, porque el trabajo de Don Karim Benzema empezará el madridismo a apreciarlo de verdad cuando deje de vestir la camiseta blanca. Ahora toca disfrutar de Karim porque es lo que ha hecho el madridismo desde que besara el escudo en su primer día como vikingo. Y desde entonces no se ha puesto otro escudo sobre el pecho que no sea el del Real Madrid.
Este año es la culminación del nueve, su carrera con el Real Madrid se traduce en el sueño que puede tener cualquier niño cuando empieza a jugar a fútbol. Vestir la blanca durante tanto tiempo y hacerlo al nivel que hemos visto, solo está a la altura de los mejores jugadores de la historia y Benzema ya es uno de ellos. Esta temporada ha logrado anotar 44 goles en 45 partidos, cifras inéditas en un delantero de su edad, 34 años.
Con su llegada empezó la transformación de un equipo que aspiraba a ganar la Décima Copa de Europa, 13 años después, Karim Benzema está a punto de ganar su quinta Champions con el Real Madrid, algo que muy pocos en la historia blanca han logrado. Un orgullo para la afición merengue que tiene todas las esperanzas en la figura del mejor delantero francés que ha visto el fútbol español para alzarse con la 14. Sus goles pueden ser claves para cumplir otro sueño más.