Corría la temporada 2011/2012 cuando el Real Madrid era uno de los mejores equipos de Europa. El conjunto blanco, que por aquel entonces entrenaba José Mourinho, iba lanzado en La Liga y en Europa daba miedo a todos sus rivales.
Asimismo, los registros que hizo en el campeonato doméstico reflejan el gran poderío que tenía el equipo de portugués. Un total de 100 puntos y 121 goles fueron suficientes para conquistar el torneo de la regularidad y firmar una torneo que ya ha pasado a la historia como "la liga de los récords".
Durante ese mismo año, el madridismo estaba ilusionado con la ansiada Décima Copa de Europa. La parroquia merengue tenía motivos para creer y soñar con conquistar la 'orejona'. Tenían una plantilla muy competitiva y que realizaba el mejor fútbol del viejo continente.
"El momento más triste de mi carrera fue la eliminación en Champions contra el Bayern"
Todos se acordarán de aquella imagen del míster portugues de rodilla viendo aquella fatídica tanda de penaltis para el madridismo. El conjunto merengue dependía de unos lanzamientos desde los once metros para estar en una final de la Liga de Campeones.
Tras finalizar el choque de vuelta con 2-1 en el luminoso a favor de los merengues, la eliminatoria estaba totalmente igualda y la pena máxima iba a dictaminar sentencia. El Madrid, que no tuvo tener peor suerte, se quedaba otro año más a las puertas de la gran final. Cristiano, Kaká y Sergio Ramos fallaron sus lanzamientos e hicieron inútiles las dos paradas de Casillas. Sin lugar a duda, una noche que en el madridismo recuerdan con bastante tristeza y que supone la más triste en la carrera de José Mourinho: él mismo lo reconoce.