El próximo 28 de mayo, Real Madrid y Liverpool se verán nuevamente las caras en una final de la Champions. El partido se disputará en París, en el Stade France. El equipo de Klopp tendrá ganas de revancha tras perder la final de hace cuatro años en Kiev y ser eliminado la temporada pasada en cuartos de final.
Uno de los jugadores ‘reds’ que más ganas tiene al conjunto blanco es Mohamed Salah. El futbolista egipcio aún no olvida aquel partido en el que, además, salió lesionado tras un forcejeo con Sergio Ramos, que le lesionó el hombro y le hizo no poder continuar sobre el terreno de juego.
No obstante, aquel no es el único choque en el que Salah ha salido derrotado por los madridistas. Se ha enfrentado hasta cinco veces al Real Madrid, en las que no pudo salir victorioso en ninguna de ellas. Además de la final de Kiev, el año pasado no pudo ganar ninguno de los dos partidos de cuartos de final. En Valdebebas, el equipo entrenado entonces por Zidane venció por 3-1. En la vuelta hubo un simple empate a cero.
Cuando militaba en la Roma, se enfrentó a los merengues por primera vez en una eliminatoria de Champions en la temporada 2015/2016, en la que se ganó la Undécima y la primera de las tres Copas de Europa seguidas. Fue en octavos de final, y tanto la ida en Roma como la vuelta en el Santiago Bernabéu, el resultado fue de 2-0 a favor del Madrid.
Comenzó a 'calentar' la final desde el miércoles
El Liverpool fue el primero que se clasificó para la gran final al ganar el pasado martes al Villarreal en la Cerámica por 2-3 y al haber ganado 2-0 en el primer partido de Anfield. El miércoles, los de Ancelotti volvieron a completar una hazaña histórica al remontar la eliminatoria contra el Manchester City cuando iba perdiendo 0-1 en el minuto 89.
Tras la clasificación de su equipo, Salah ya confesó que prefería al Madrid en la final y tras la finalización del choque de los blancos, calentó el partido afirmando en sus redes sociales: “Tenemos cuentas pendientes”, demostrando las tremendas ganas que tiene de revancha y poder derrotar de una vez por todas a su gran verdugo en la Champions.