Parece que las reacciones ante la oleada de racismo contra Vinicius está generando muchas reacciones. Una de las últimas ha sido la de un histórico ex azulgrana y parece que cuando se habla de un problema de esta magnitud no importa ni los colores ni los equipos que uno vista.
Contra el racismo luchan todos y eso es lo que se ha demostrado con Vinicius. Brasileño como él, Romario, era de un perfil muy similar a lo que estamos acostumbrados a ver de Vini sobre el verde. En su línea de ser un jugador desbordante, atrevido y que encaraba con mucha facilidad a cualquiera.
Romario se rinde a los pies de Vinicius
Ahora ya retirado y dedicado a otras labores, no pierde el tiempo viendo el buen fútbol. A pesar de ser un barcelonista confeso y marcar una época en el club catalán, también con el tiempo y madurez deportiva ha sabido diferenciar el buen fútbol.
El juego de los futbolistas brasileños es puro desparpajo. Vistoso, con ansias de maravillar al mundo demostrando un gran espectáculo a cada paso que dan. Por ese motivo, Vinicius no dejará de ser el jugador en el que se ha convertido.
Al igual que Romario puede marcar una época en su club. Aspirante a todo, el atacante madridista es el nuevo emblema de aquellos que les gusta maravillar al fútbol con esos toques sutiles.
Los brasileños tienen una magia especial
Además tienen la particularidad de hacerlo todo con una sonrisa en su rostro. Aunque le paren con patadas, con empujones es su única forma de entender el fútbol. Ese del que muchos se levantan de su silla para aplaudir la auténtica magia que sale de sus botas.
Romario le pide que baile, que siga jugando, que siga mostrando ese desparpajo tam característico que tiene. De aquí a unos años podríamos imaginarnos a un Vinicius con el Balón de Oro, un trofeo que está destinado a que lo gane sin lugar a dudas.
Dos genios del balón Romario y Vinicius. Este segundo incluso puede superar lo que hizo el primero. Más desparpajo, desborde y descaro: todo en uno. El racismo depende de todos. La humanidad debe cuidarse los unos a los otros y la genialidad está en encontrar la mejor versión de cada uno, venga de donde venga.