“Le pegas muy fácil”. Esas eran las palabras de Eder Militao en la piña del último gol del Bernabéu este pasado fin de semana. Una expresión que estamos acostumbrados a ver ya que lo conseguido por el charrúa, está siendo un auténtico espectáculo. Parafrasearemos al defensa, pero es que últimamente en el club todo lo que toca lo convierte en gol. Parece que esté al alcance de cualquiera. En esta campaña ya lleva siete tantos el uruguayo y ya ha superado el registro goleador de la temporada anterior.
Este último era el 3-1 definitivo en el marcador y el Real Madrid conseguía ganar plácidamente frente a un Sevilla que no opuso mucha resistencia, más allá de la dureza de sus jugadores para frenar a los blancos: patadas y más patadas.
Lo que ocurrió tras el gol de Fede Valverde
La intrahistoria del gol de Fede Valverde, cazada por los compañeros de Movistar, no tiene desperdicio con todos los actores que intervienen en la película. El triple cambio de Ancelotti cuatro minutos antes de su gol funcionó a las mil maravillas. De una tacada salieron al verde: Lucas Vázquez, Asensio y Rüdiger.
En el transcurso de esos cuatro minutos sucedieron dos goles, pero ¿sabías que el ideólogo de todo esto no fue otro que Davide Ancelotti? El hijo de Carletto, con el balón escorado a la banda en posesión de Rodrygo, dónde nace el gol, le insta a que se la de al balear y que este la pegue. Aunque no lo hará y en su decisión prefiere entregársela a Valverde que este sí que no se lo piensa. Latigazo y para adentro a la escuadra de Bono. Imparable para cualquiera que se ponga delante. Lo más curioso de todo es que esto ya se está convirtiendo en habitual.
A su celebración, el primero que se acerca es Lucas Vázquez, el anterior goleador al uruguayo. Haciendo movimiento con la mano, queda incrédulo ante lo que acaba de suceder. Después van llegando todos los demás: Rodrygo, Rüdiger, Militao o Alaba. Todos hacen piña y felicitan a su compañero, el timón que tira del carro en estos primeros compases del año.
Todos están muy satisfechos con el nivel del equipo
Al central brasileño se le ve muy animado y como si aparentara ser todo un experimentado le suelta un: “le pegas muy fácil”, acompañado del mismo gesto que también había hecho Lucas. Rüdiger será el siguiente en darle ánimos con numerosas collejas en su nuca, mientras le repite: “muy bien”. El estadio estalla de júbilo y son varios los aficionados que expresan su sentimiento de forma distinta. Muchos son los que se ponen de pie aplaudiendo, otros ondean sus bufandas y banderas, se besan y se abrazan certificando que el equipo está mejor que nunca, y como diría Eder, el equipo no tiene rival porque estos jugadores lo hacen todo muy fácil.
La seguridad defensiva que aportan unos y el desparpajo arriba de otros han hecho de este conjunto un arma letal. Por ello en el vestuario confían plenamente en ellos y Davide tiene la confianza como para animar a sus jugadores para que jueguen a lo que realmente saben. Atar rápidamente el resultado y respirar profundo. Así gana el Real Madrid: muy fácil. Una sensación incalculable.