Andriy Lunin afronta su segunda temporada consecutiva como portero suplente de Thibaut Courtois con el deseo de poder disputar más minutos que la temporada anterior. El ucraniano sabe que tiene un rol complicado pero también importante, porque de él depende que el cancerbero belga, titularísimo con Ancelotti, se encuentre en condiciones óptimas para mantener el puesto.
El guardameta ucraniano siempre ha dado la talla cuando le ha tocado, y espera su oportunidad para poder convertirse en una leyenda del mundo del fútbol como también lo es el ex futbolista por el que se llama Andriy. Y es que el nombre de Lunin, del mismo modo que el de Marco Asensio, esconde una historia detrás que muchos no conocen.
Corría el año 1999 cuando nació Andriy Lunin, en una etapa en la que un futbolista ucraniano hacía las delicias de todo el mundo del balompié: Andriy Shevchenko. En aquel entonces, el delantero ucraniano militaba en el Dinamo de Kiev que logró alcanzar las semifinales de la Copa de Europa, dejando en la cuneta al propio Real Madrid en cuartos de final de la máxima competición continental.
Shevchenko fue nombrado el mejor delantero de la competición después de marcar 10 goles (contando la fase previa). Antes de eso, también en la memoria colectiva está el hat trick que anotó en 1998 al Barça, en un encuentro que acabó con victoria para los ucranianos por 4-0. Todo lo logrado por Sheva le llevó a fichar por el Milán ese verano de 1999.
Lunin heredó el nombre de un mito del fútbol ucraniano
Los padres de Lunin, apasionados del fútbol, no dudaron en ponerle el nombre del gran referente del fútbol ucraniano a su hijo, un Lunin que con el paso de los años se convirtió en futbolista. Casualidades de la vida. A sus 23 años, al guardameta ucraniano le queda mucho camino por delante si quiere alcanzar el nivel que alcanzó Shevchenko y también su palmarés, aunque de momento no va nada mal con una Champions, una Liga, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España, amén de la Copa Mundial Sub 20 conquistada con su selección.
De este modo, Lunin comparte su historia con Marco Asensio, al que su madre también decidió llamar Marco por otro mito del fútbol mundial, en este caso Marco Van Basten. La madre del balear era holandesa y sentía predilección por el mítico ex futbolista del AC Milán. Shevchenko y Van Basten, dos jugadores de época que dieron nombre a dos de los cracks del Real Madrid.
Una curiosa anécdota que refleja que ambos futbolistas llevaban en la sangre lo de alcanzar la cima del fútbol mundial. En el caso de Asensio, ha conquistado todos los títulos habidos y por haber con el Real Madrid, más allá de estar atravesando una situación complicada en la actualidad. En el caso de Lunin, tiene camino por recorrer pero posiblemente acabe siendo lejos del club blanco. Quitarle el puesto a Courtois parece una misión casi imposible.