La planificación de la carrera de un futbolista puede ser fundamental para disfrutar del fútbol durante más o menos años. Es el caso que se ha puesto de moda en varios profesionales.
Luka Modric o Cristiano Ronaldo son un ejemplo de ello. Pero eso no era habitual hace unos años, véase el caso de Andrés Iniesta, del que después hablaremos.
Dependerá de ellos mismos tener la capacidad, tanto mental como física, de aguantar la presión de un fútbol de primer nivel. Luka Modric es el timón del Real Madrid. Sin él, el barco se hunde.
El otro día ante el Manchester City, su participación fue clave, para que el equipo empezara a carburar. Si Kroos y Modric juegan cerca, el espectáculo está servido.
Modric sigue de dulce tenga la edad que tenga
El croata tiene la capacidad de competir como un chaval. Disfruta como un niño jugando al fútbol y nadie ha puesto en duda su rendimiento. Es el termómetro de su equipo. Parece que no haya fecha para caducarle. Su retirada no está prevista, por lo menos, a corto plazo.
Y ya es decir mucho a sus 36 años. Es el más longevo de la plantilla y todos hacen caso a sus peticiones. Con 10 temporadas como madridista, se ha consolidado como una leyenda para el club.
No hace mucho en 2018, también consiguió alzarse con el galardón del Balón de Oro. Rompiendo así, la tiranía de poder entre Cristiano Ronaldo y Leo Messi. Suyo fue el mérito, de romper esa puerta.
El de Fuentealbilla, reside desde hace varias temporadas alejado del ruido y la fama. Su brillante carrera la decidió terminar demasiado pronto y cesó la lucha de convertirse en un héroe. El autor del gol de Mundial en 2010, ya no se le ha vuelto a ver en primera plana. Los millones de Japón se lo llevaron al país asiático a vivir otro tipo de fútbol.
El fútbol se juega a lo que Modric diga
Ese fútbol no se puede comparar al que juega actualmente el croata. Iniesta decidió bajarse del tren, pero lo que no sabía, era que Modric se subía en la próxima parada. Desde que Luka cogió las riendas del medio campo, ya no hubo opción de comparativas. Una clase magistral tras otra.
La expectación por ver jugar a Modric ha llegado tan arriba que el jefe de la medular blanca, ha perdido el vértigo, si es que lo tenía. El mérito de todo esto viene a la constancia, al gran nivel de entrenamiento y capacidad física.
El mago del FC. Barcelona, era propenso a las lesiones. Recordemos que casi se pierde el mundial que ganó España, por una fatídica lesión. El fútbol de Andrés podría haber madurado en Barcelona, pero decidió rendirse al fútbol que se practicaba en la capital. Un espectáculo que ha dejado al “8” azulgrana sin cobertura para volver a engancharse a la rueda del buen juego y la exigencia del fútbol de primer nivel.
Posiblemente, Andrés Iniesta, gane mucho más dinero. Pero la felicidad que envuelve a Luka Modric entre tanto título y halago, es irremplazable por cualquier cosa. El Real Madrid tiene mucho ganado con él en la medular.