El 27 de junio de 1977 nacía en Madrid un chico al que sus padres llamaron Raúl y cuyos apellidos se harían populares 17 años más tardes en todo el mundo. Aquel día veía la luz una de las leyendas mayúsculas del Real Madrid. El jugador que más veces se ha vestido la camiseta del mejor club de la historia debutaba justo hace 28 años. Fue en la Romareda, ante el Zaragoza y ya aquel día gozó de grandes ocasiones de gol y fue capaz de dar una asistencia a Zamorano.
Desde entonce el mito de Raúl González arrancaba gracias a la oportunidad que le brindaba el técnico argentino Jorge Valdano. Fue quien le dio la confianza necesaria para que el siete blanco empezara a despuntar. Tras aquel día de la Romareda, Raúl recibió muchas críticas porque falló goles cantados, pero a Valdano no le importaban nada, sabía de su potencial y una semana más tarde ante el Atlético de Madrid y con el Bernabéu repleto lo puso desde el inició.
Fue entonces cuando el Cid Campeador clavó la primera espada de su carrera, el primero de 323 goles que anotó vestido de blanco, dos de ellos en dos finales de la Copa de Europa ante el Valencia y posteriormente ante el Bayern Leverkusen. Tres Orejonas fue capaz de levantar el siete de España y un total de 16 títulos, todos ellos con la misma camiseta.
Raúl González Blanco fue ídolo durante muchos años del madridismo, era ese tipo de jugador por el que te hacías de un equipo. Cuando uno habla del ADN del Real Madrid, como se utilizaba hace poco para intentar justificar las remontadas ante los clubes Estado de Europa, se refiere a tipos como Raúl pues si el escudo se pudiera hacer carne llevarían el siete y el nombre de Raúl encima.
🤍 ¡Hoy se cumplen 28 años del debut de nuestra 𝒍𝒆𝒚𝒆𝒏𝒅𝒂 @RaulGonzalez con la camiseta blanca!
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) October 29, 2022
🏆 16 títulos
⚽ 323 goles
🚩 741 partidos #RMHistory | #RealFootball pic.twitter.com/7m8VgiqbjU
Desde su debut se metió a la gente en el bolsillo, hasta el punto de que nadie se acordó de la caída de Emilio Butragueño, el gran damnificado por la irrupción fantástica del ídolo español. Sus goles, de todos los colores y lenguajes forman parte ya del imaginario colectivo blanco. Aquel frente a Olimpia en la disputa de la Copa Intercontinental, el del tacón de Redondo que remató él, rompiendo todos los sueños de los diablos rojos. Y así, hasta colapsar el tiempo y el espacio cuando metía el pie debajo de la pelota para levantarla 3 o 4 metros. Desde entonces la Real Academia de la Lengua Española tuvo que admitir en nuestro vocabulario el término vaselina, dotándolo de un sentido futbolístico.
Pero no es que fuera leyenda solo en el Real Madrid. Su carácter y su ímpetu es tal que fue un ídolo también en el Shalcke 04, equipo que retiró para siempre el dorsal número 7. Una leyenda que hoy hace 28 años aún estaba por descubrirse y que hizo amar el fútbol a muchos niños de los 90.