Con tan solo temporada y media en el club, parece que Eduardo Camavinga ya se ha hecho un hueco en el vestuario. Las prestaciones del jugador no pasan desapercibidas y si el año pasado ya nos deleitó con grandes apariciones como revulsivo, esta vez está teniendo más continuidad en el once.
Las críticas y dudas las ha convertido en elogios. Ahora nadie se atreve a ponerle un pero al francés que para Ancelotti ya se ha convertido en intocable. La ausencia de Tchouameni le ha cargado de razones para pensar que el Real Madrid tiene numerosos recursos para enfrentarse a cualquiera.
El francés siempre cumple
Como pivote lo ha bordado y a pesar de ser un auténtico todoterreno por todo el mediocampo, se desarrolla muy bien en las funciones que le pide el técnico. Con un físico envidiable, es un jugador con un punto de intensidad necesaria para triunfar de blanco.
Entre sus compañeros ya hay muchas bromas y este trata cada vez más de adaptarse a costumbres como el idioma. Esas trenzas doradas deben ser respetadas por todo lo alto y Florentino también sabe que ha conseguido atar a un auténtico fichajazo.
Las prestaciones del galo
El Real Madrid se frota las manos con el futuro que vendrá y el chico tan solo tiene 19 años. Sus números hablan por sí solos y a estas alturas ya suma cerca de los 155 partidos como profesional.
Con el club madridista está cerca de cumplirlos, y tan solo se esperan numerosas alegrías con este futbolista. Todos están encantados con él y no es para menos. Mañana aspira a ser titular indiscutible, al menos, hasta que Tchouameni demuestre lo contrario.