El pasado jueves se estrenó en Netflix un documental que está dando mucho de qué hablar: “El Caso Figo”, que trata sobre el fichaje de Luís Figo por el Real Madrid, procedente del Barcelona, y el que fue uno de los fichajes más polémicos de todos los tiempos. El documental ya es líder de visualizaciones en España, en la plataforma de Netflix. Cuenta, paso por paso, cómo se gestionó una de las operaciones más complicadas que se recuerdan y que dio la vuelta al mundo.
Luís Figo era todo un ídolo en el Barcelona. Era un jugador muy querido por todo el barcelonismo y que se identificó mucho con el club y la ciudad. Llegó incluso a ser capitán del equipo en sus dos últimos años en la Ciudad Condal. Fichó en 1995 por el Barça, procedente del Sporting de Portugal, y estuvo hasta el año 2000, año en el que Florentino Pérez ganó las elecciones a la presidencia del Madrid y que fue el responsable de la llegada de Figo al Santiago Bernabéu.
El futbolista portugués presionó al club azulgrana para que le subieran el sueldo y amenazó con irse al Real Madrid si no lo hacían. Florentino aprovechó esta situación para acercarse al entorno de Figo, quien realmente no tenía la intención de marcharse al conjunto blanco. Finalmente, el Barça no cedió ante las pretensiones del jugador y acabó yéndose al máximo rival. Un fichaje que todavía se recuerda tras 22 años y que escoció muchísimo en Barcelona.
La frase de Valdano sobre el Real Madrid en El Caso Figo
En el documental sobre el fichaje de Figo aparecieron varios de los protagonistas de una de las operaciones del siglo. Por supuesto apareció el propio Figo, Florentino Pérez, Paulo Futre y también Jorge Valdano, que fue director deportivo del club blanco.
Jorge Valdano dejó una frase muy significativa sobre el Real Madrid comparándolo con el Fútbol Club Barcelona y que explica muy bien por qué los madridistas tienen siempre la obligación de ganar: “Precisamente porque no tiene una identidad cultural, social y hasta política tan clara, el Real Madrid tiene la necesidad de ganar".
El Barcelona, como club, siempre ha presumido de tener una idea de juego y estilo propio y de poseer una identidad, cultural social y, por supuesto, política, estando a favor siempre de la independencia de Catalunya y de la celebración de un referéndum. Por su parte, el Real Madrid solo ha tenido una cosa clara desde que Santiago Bernabéu tomara las riendas de la entidad: lo único que vale en esto del fútbol es ganar.