Parece ser que a pesar que Eden Hazad no cuente lo suficiente en el Real Madrid, sí que lo hace con su selección. Ayer debutó en el Mundial de Qatar y a pesar que su posición ha sido bastante discutida incluso por los aficionados de su propio país, el entrenador español Bob Martínez, sigue confiando en su criterio.
Se conoce de sobras la calidad del belga que todos esperan que algún día recupere el nivel exigido en el Chelsea. Que Eden juegue, se ha convertido prácticamente en noticia ya.
Después de arrastrar cuatro ratos durante la temporada, recordemos que su mejor partido fue el primero de esta edición de la Champions, su convocatoria con la selección puede ser su vía de escape para inspirarse en lo que resta de temporada o su auténtica cruz.
El Real Madrid a la expectativa con Hazard
En el Real Madrid hay una cierta preocupación por la situación del futbolista. Una división de opiniones que preocupa en exceso. A decir verdad, tal y como ha podido saber este medio, son pocos los que piensan que su juego en Qatar puede revitalizarle.
Muchos insisten en la idea que puede significar un auténtico peligro. La salud del jugador ya preocupaba y se intentó tratarle entre algodones, pero finalmente llegó a tiempo.
Su historial de lesiones invita a pensar que en cualquier día se puede romper. Ya van 16 en 77 días. La última ocasión se perdió 11 encuentros, estando de baja durante 50 días.
En el partido de ayer llegó a realizar una hora de partido, y a pesar que su equipo ganó no intervino demasiado en el juego. Actuó como capitán y ejerció de organizador en el ataque, pero sigue sin brillar.
La maldición con Hazard que nadie quiere que pase
Un caso extraño, ya que de caer en una lesión podría ser fatal para él. Es lo último que se espera y eso le apartaría por completo del equipo, siendo un habitual en el banquillo.
Ancelotti se lo mira con delicadeza, pero ni él mismo las tiene todas consigo. Es de aquellos jugadores, como el caso de Bale en su día, que lucía más con su país que con su equipo.
Veremos el devenir de Hazard en este mundial. Los madridistas restan a la expectativa de lo que pueda suceder. En la enfermería blanca cruzan los dedos porque no lo quieren ver ni en pintura.