Parece que no ha habido otra cosa igual, Rodrygo y Camavinga son dos jugadores ejemplares en el club. En Planeta Real Madrid os explicamos por qué.
Su papel fue más que reivindicativo la campaña anterior. Sobre todo en la segunda parte de la temporada. Ancelotti encontró en ellos dos de sus soldados más fieles. Con el claro papel de revulsivos, el italiano les dio entrada en 13 encuentros como suplentes y en 12 de ellos el conjunto merengue acabó el encuentro con una victoria.
Solo en un partido, la eliminatoria de vuelta ante el Chelsea en casa (2-3), lo acabaron perdiendo. Pero el global de la eliminatoria fue suficiente como para pasar de fase. Efectividad absoluta: Carletto dio con la clave para encontrar su sitio.
El momento de dos estrellas blancas: Rodrygo y Camavinga
El brasileño atraviesa su cuarta temporada de blanco, desde que llegó a las filas del Castilla en la 2019/20, procedente del Santos, su proyección no ha dejado de crecer. Tres partidos con los mirlos le bastaron para que desde el primer equipo se dieran cuenta de su talento.
Desde entonces acumula la cifra de los 110 partidos oficiales como madridista, tres más si contamos los del filial. Su registro como blanco es de 20 goles y 22 asistencias, algo que ha ido revirtiendo durante estos últimos meses.
La temporada pasada fue la de su explosión y quizá uno de sus mejores años en el club. Imprescindible en la segunda mitad de la campaña fue el arma secreta de Ancelotti.
Algo parecido le ocurrió a Camavinga que a pesar de su juventud, 19 años, firmó el verano pasado con la ilusión de crecer y sentirse importante. Llegó casi de sorpresa, tras haber esperado por penúltima vez a Mbappé.
El Real Madrid lideró una operación de escándalo para quitarle el sueño al PSG de contar con los servicios de esa joven promesa. Florentino fue hábil y manejó las condiciones a la perfección.
Ahora el chico, satisfecho por lo conseguido, tan solo hace falta verle sobre el verde. Su entrada en el equipo ha sido prolongada y a pesar de ser un recién llegado su influencia en el juego fue reivindicativa la temporada pasada.
Rodrygo y Camavinga, dos revulsivos de categoría
Ambos jugadores supieron manejar la situación a la perfección. Entendieron su papel y lo que les pedía Ancelotti. El italiano no podía asegurarles un puesto en el once, pero sí contar como revulsivos para desatascar toda clase de partidos y situaciones.
El extremo tiene la capacidad de estirar al equipo y de poder jugar profundo por banda. Suele hacerlo por la derecha, pero su calidad le permite hacerlo en cualquier posición de arriba.
Su velocidad, desborde y disparo le apuntalan como un puñal para los rivales. Desequilibrante, es muy difícil de taparlo. Que se lo pregunten a los centrales del Chelsea o Manchester City. Dos partidos que quedarán el el recuerdo del jugador y de la afición.
Por lo que hace a Camavinga, su fútbol es total. Un todoterreno para el mediocampo, bien le sirve al club como pivote que como mediocentro ofensivo. Con grandes galopadas arriba y abajo, tiene la capacidad de dormir partidos, de ir al choque y de llegar al área rival con cierta facilidad.
Capaz de sostener al equipo con mucho criterio, va fuerte al corte y no se arruga por nada ni por nadie. Suya también fue la jugada que iniciaba la remontada ante el City.
Ha convencido como sustituto de Kroos y nadie le pone un pero a su rendimiento. La afición pedía ver esas trenzas rubias, ahora negras, del jugador galo. Un fichaje de lo más rentable posible, siendo además el más joven de la plantilla.
Los números de Rodrygo y Camavinga en la presente temporada
En la campaña actual, su fútbol sigue calando fuerte. En el caso de Rodrygo no le ha hecho falta jugar mucho para ser determinante. Media hora ante el Eintracht en la Supercopa y otra ante el Espanyol, le han servido para volver a cargar pilas.
Ante el conjunto perico le puso la asistencia de gol a Benzema para remontar el encuentro. Mareó a los blanquiazules y conectó a la perfección con sus compañeros. En los otros dos primeros choques, Ancelotti no le convocó, pero visto el rendimiento parece que le dará más oportunidades.
Por lo que hace a Camavinga, el mediocampista ha participado en los cuatro y quizá el más completo fue contra el Celta en Balaídos. Es un jugador eléctrico. Todavía con cosas para mejorar, Ancelotti lo sacó al descanso en Almería posiblemente por esa tarjeta amarilla que recibió, pero su compromiso y sus ganas son su mayor virtud. Aspira a liderar el medio campo blanco en poco tiempo.