Una de las cosas que más enfada al madridismo de Pep Guardiola es su falsedad. Durante la semana previa al partido de ayer se mostraba muy respetuoso con todo el mundo. Cuando le preguntaban de venganza por lo del año pasado, él explicaba que no querían venganza, que era una nueva oportunidad.
Pues bien, con la victoria de ayer se volvió a quitar la careta y sacó todo el resentimiento que tenía dentro. Lo único elegante que quedó de todos los comentarios y gestos de esta semana fue la americana negra que llevaba, nada más.
La frase
"Buen viaje de vuelta a España", decía Guardiola justo cuando terminaba la rueda de prensa. Unas palabras que sonaron a venganza y a resentimiento. Lo tenía guardado desde el año pasado, quizás desde antes, cuando el Madrid lo dejó fuera cuando entrenaba al Bayern con un resultado en el Allianz de 0 a 4.
Fue un baño del City al Madrid, de eso nadie puede dudar. Pero la elegancia de un líder del vestuario como él ayer no apareció, quedó todo para el juego de su equipo, pues Guardiola quería devolver toda su impotencia a los medios que lo señalaron el año pasado y al madridismo.
No es la primera vez que se comporta de esta forma, el madridismo lo tiene calado a Guardiola y la prensa española también. Sabía que ayer era el día para vengarse de lo ocurrido en el Bernabéu el año pasado y lo llevó a cabo. Pese a dar un repaso al Madrid en el campo, en la rueda de prensa volvió a dejar mucho que desear.