El partido de mañana acoge grandes expectativas por todo lo alto. El Real Madrid obligado a ganar tras su tropiezo ante Osasuna, buscará seguir en la senda de la victoria y no perder de vista al líder, el FC.Barcelona, con quién está empatado a puntos y recibe al Celta.
Con el duelo de mañana puede ser determinante para no dejar ventaja en una liga que puede convertirse en una de las más ajustadas. El nivel de los dos aspirantes al título es muy elevado. El Real Madrid asentado en una confianza intacta desde la temporada pasada con la píldora que le ha dado Ancelotti a este equipo, y los azulgranas que con sus fichajes ganan apenas sin querer.
Así que para los pupilos del italiano es vital no perder la concentración en este tipo de duelos. Las visitas a domicilio por ahora las ha conseguido resolver bien, aunque Getafe está marcado en rojo en el calendario. De la campaña anterior fue una de las cuatro derrotas que dictaminaron el buen ritmo que llevaban. Ocurrió sin esperarlo, en un partido que se les atragantó con un tempranero gol del rival.
Uno de los peores partidos del Real Madrid
Su resultado final fue de 1-0 y mañana pretenderán evitarlo de nuevo. Es importante mantener esa concentración y no volver a caer en un error. De errores ante este equipo se han concedido varios. El más estrepitoso fue el de la campaña 2007/08 en el que el madridismo terminó sentenciado con 0-1 en su propia casa.
Es una de las erratas más estrepitosas que se recuerdan en un encuentro oficial. Menos en un equipo como el Ave Fénix. Tenemos que remontarnos cuando la entidad la dirigía Ramón Calderón y el conjunto en el verde lo lideraban en su dí: Robben, Raúl o Van Nistelrooy.
Entonces competían por hacerse fuertes en Liga y el equipo del sur de Madrid, ya se hacía fuerte para impedir que su vecino venciera. En una jugada de ataque blanco en la que prácticamente el balón pasó por todos los componentes merengues, se cometió una niñez garrafal que confundió a todos los presentes.
El capítulo que nadie quiere recordar
Un gol que no fue. La combinación entre Raúl y Robben había sido majestuosa, pero a criterio arbitral esa jugada no acabó entrando. El motivo: no superó la línea de gol. Algo que sí aprovecharon los rivales para montar una conta de escándalo con cuatro toques y con toda la defensa descolgada. Estos también dieron por bueno el gol que supuestamente había anotado el holandés, pero que desde la perspectiva del trencilla no había entrado.
Saltó entonces la polémica, ya que aquel partido lo acabaron perdiendo los blancos sin ningún tipo de explicación. Nadie supo dar algo por bueno y solo se explica como un error infantil. Aunque el Real Madrid siempre vuelve y aquel proyecto fue respectivamente apartado con la vuelta de Florentino, que se encargó de hacer una limpia de todo lo que había entonces.
Por aquel entonces, el ritmo del equipo no era el mismo y había dudas por su entereza. Aquel equipo estaba asumido en una marea de acontecimientos. Tenía el mismo estado de ánimo que una montaña rusa en un parque de atracciones había días que funcionaba bien y otros no tanto.