Marcelo puso fin a su etapa en el Real Madrid después de 16 temporadas (2006-2022). El brasileño se despidió del conjunto blanco como primer capitán por todo lo alto, levantando la Supercopa de España, la Liga y la Champions. En la celebración de la Decimocuarta, todo el Santiago Bernabéu se rindió a la leyenda madridista coreando su nombre. Se pudo ver a un emocionadísimo Marcelo que se fue del club por la puerta grande.
Tras terminar su vínculo con el Real Madrid, Marcelo se puso a buscar un nuevo club con su representante, ya que su idea era seguir unos años más jugando al fútbol. Sin embargo, el pentacampeón de Europa no recibió ninguna oferta que le ilusionara y se comenzó a especular con que podría poner fin a su carrera.
No obstante, a pocos días de que termina el mercado veraniego, Marcelo recibió una oferta de la Superliga de Grecia. El Olympiacos quería al brasileño en su plantilla y, finalmente, él decidió aceptarla y ya es uno más dentro del vestuario del conjunto griego. Además, se reencontró con su amigo y excompañero James Rodríguez, que también fichó por el Olympiacos en verano. Y el entrenador del equipo es Míchel, otra leyenda del madridismo.
El galáctico que más sorprendió a Marcelo cuando aterrizó en Madrid
Marcelo llegó a Concha Espina en el año 2006, por lo que coincidió con varios de los Galácticos de Florentino Pérez: con Ronaldo, Zidane, Roberto Carlos, Beckham, Raúl… En una entrevista que le hicieron recientemente, Marcelo fue preguntado por el galáctico que más le sorprendió cuando aterrizó al vestuario del Real Madrid. Y su respuesta seguro que sorprende a más de uno.
“Yo creo que el que más me sorprendió fue David Beckham porque Ronaldo y los brasileños tenían mucha complicidad conmigo y ya los conocía. Ronaldo era muy grande al igual que Roberto Carlos y ya los conocía. Beckham me sorprendió por su forma de vestir, la humildad que tenía y me trataba muy bien, aunque todos me trataron muy bien cuando llegué".
Marcelo coincidió con el final de la increíble etapa de los Galácticos. Fue testigo del final de Zidane, que se retiró en la temporada que llegó él al Real Madrid, de la marcha de Ronaldo Nazário y Beckham en 2007. Fue una época que él recuerda con mucho orgullo y cariño porque conoció a futbolistas increíbles y que eran ídolos para él. Además, eso le ayudó mucho a crecer y progresar como futbolista.