En el fútbol como en la vida no siempre los finales son felices. A Zidane le ocurrió en su carrera deportiva un hecho que marcó el final de una leyenda. Tras haberse retirado con el Real Madrid, el futbolista francés decidió que la Copa del Mundo de 2006 disputada en Alemania sería la última competición que pondría en su trayectoria.
En aquel mundial la Selección francesa alcanzó la final junto a la Selección italiana de los Fabio Cannavaro, Buffon o Materazzi. Y si bien en aquel partido Zidane logró en los primeros minutos anotar un gol que quedará para la historia de los mundiales, el gesto que hizo en el tramo final del partido tampoco será fácil de olvidar.
Hablamos del famoso cabezazo de Zidane a Materazzi. Tras varias acciones en las que el central italiano incordió de forma exagerada al medio centro francés, Zidane le dijo entre bromas que si quería su camiseta al final del partido, el italiano no se lo tomó con ironía y respondió de una forma muy agresiva que prefería antes a su hermana.
El jugador francés reaccionó de una forma muy agresiva y propinó un cabezazo en el pecho al jugador italiano, siendo expulsado tras esta acción y siendo el último momento de su carrera deportiva como futbolista. Si hay algo que ha reconocido el propio Zinedine Zidane tras colgar las botas es que a veces durante ciertos momentos del partido su mentalidad cambiaba y la parte más oscura del futbolista aparecía.
Y es que a pesar de la educación y elegancia que muestra el ex entrenador del Real Madrid, tuvo muchos momentos a lo largo de su carrera en los que hablando mal y pronto se le fue la pinza provocando que el colegiado le enseñara la tarjeta roja. La imagen quedará en el imaginario colectivo de aquellos a los que les gusta el fútbol. Un final lamentable para un futbolista que es reconocido por su talento y por su elegancia y que ha marcado una época en el fútbol mundial.
Ha dejado momentos imborrables en los aficionados, tanto buenos como malos. En su primera etapa en el Real Madrid, en la que se vestía de corto, dejó algunos desagradables siendo expulsado. Pero quizás este es el más icónica aunque no hay que olvidar que Zidane ha dejado otros habitantes, mucho más agradables. De sus pies nació la parábola perfecta, aquella que dibujó en la final de la Copa de Europa frente al Bayer Leverkusen.
Un gol que está considerado como uno de los mejores de la competición y que le valdrá para ser recordado a lo largo de la historia. Aunque cuando se convirtió en entrenador del Real Madrid estas imágenes quedaron atrás, pues a Zinedine Zidane se le ha considerado un tipo muy tranquilo cuando ha participado desde el banquillo. Un lugar que le ha dado la gloria con el Real Madrid tras ganar tres Copas de Europa consecutivas y ser el único entrenador que ha ganado de esta forma desde que el nuevo formato de la Liga de Campeones entrará en vigor.